El parte de la primera quincena de enero es desolador. En Brihuega se acaba de perder una batalla taurina y quién sabe si no una guerra también. Se da por definitivamente perdida la Corrida de Primavera. Ha tirado la toalla un empresario joven, cabal, nuevo y renovador -Maximino Pérez-, que dio hace quince años con la invención de una Corrida de Primavera. Con mayúsculas. Feliz invento.
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