Desde aquel 22 de abril de 2023 en San Martín de Valdeiglesias habían pasado casi doce meses sin que Calerito vistiera el traje de torero. Lo hizo de nuevo el 7 de abril de este año en Sevilla, primera corrida de la temporada para él y en plaza de primera. Se dice pronto. Pero con eso que dicen que quien da primero da dos veces… se lo aplicó a la perfección el sevillano. Dos orejas, una a cada toro de su lote de Fermín Bohórquez, y salida a hombros de la Maestranza. La recompensa a todo lo sufrido. “Mi nombre ha pasado de estar en un cajón metido a que todos lo tengan en la boca y se hable de mí”, asegura el torero, y es cierto. Ese triunfo le sirvió para confirmar unas semanas después en Madrid, entrando por la vía de la sustitución, además, dio la cara y dejó su nombre anotado en la afición.
-Tras casi un año sin vestirse de torero, llega Sevilla, plaza de primera y además sale a hombros. ¿Cómo se mentaliza uno para una tarde así?
-La preparación es quizá más fuerte la mental que la física, no es fácil afrontar un compromiso y una plaza de tanta responsabilidad cuando no has tenido apenas bagaje. Pero cuando uno llega mentalizado y con esa ilusión, creo que puede con todo y finalmente así fue.
-Antes de Sevilla, ¿dónde ha estado Calerito este tiempo?
-Mi preparación ha sido la misma que llevo siguiendo desde que empecé, y la de todos los inviernos. He entrenado todos los días como si tuviese una temporada hecha. A un torero en mi situación que no sabe cuándo le pueden anunciar, no le pueden coger con la guardia baja. He intentado prepararme al máximo, campo el que se ha podido, que no ha sido mucho pero bueno… como digo, la preparación mental ha sido muy fuerte y creo que es lo que ha dado resultado.
-¿Qué ha supuesto la tarde de las dos orejas en la Maestranza?
-No sé si un antes y un después en mi carrera pero creo que sí se ha visto un cambio grande en mí y una evolución. Además, la recompensa se vio con la confirmación en Madrid, y hay cosas pendientes aunque no estén del todo cerradas. Mi nombre ha pasado de estar en un cajón metido a que todos lo tengan en la boca y se hable de mí, al final mi nombre suena, que es lo importante.
-Su lote de Fermín Bohórquez tuvo calidad, pero tampoco fueron dos toros que regalaran nada, pedían firmeza. ¿Cómo vivió ambas faenas?
-El primer toro tuvo más calidad pero no dejó de ser un toro exigente, y un toro que lo quería todo muy bien hecho, te pedía estar muy firme. La pena fue que le faltó ese final, el empuje para que la faena se redondease en un triunfo mayor. Algo parecido fue el segundo. Para mí tuvo menos clase pero más ritmo en la embestida, es cierto que humilló menos pero después por el pitón izquierdo embestía con mayor ritmo, quizá pecó de falta de empuje en los finales, que fue lo que creo que le faltó a toda la corrida en general. Eso hizo que las dos faenas quedaran en una oreja y no pude redondear el triunfo para esa segunda oreja, por lo menos en alguno de los dos toros. Creo que fue una corrida con muchos matices.
-De ahí, le llaman para confirmar en Madrid, otra oportunidad que llevaba tiempo esperando.
-Creo que era una oportunidad muy ansiada, estos años no lo he conseguido, a pesar de llevar año y medio de matador de toros, pero sí es verdad que se había intentado en este tiempo y no había sido posible. Gracias al triunfo en Sevilla, la empresa vio oportuno darme la oportunidad, también por la desgracia de mi compañero Juanito que aprovecho para desearle una pronta recuperación. Es de agradecer a la empresa que valorase de esa forma mi triunfo, al final estas cosas te dan moral, ves que los triunfos tienen recompensa.
El triunfo de Sevilla le sirvió para confirmar, además con buena imagen, el 28 de abril en Madrid.
-La confirmación con la de Araúz de Robles la solventó con solvencia, valga la redundancia, y saludó la ovación de Las Ventas. ¿Con qué se queda de la tarde?
-Me quedo con sensaciones personales que son muy importantes. Ha sido una tarde que me ha dado mucha moral, no llegó ese triunfo que uno busca cuando va a Madrid pero tampoco creo que hubo opciones para ello. Fue una corrida difícil y muy seria. Pero personalmente ha sido una tarde que tirarla para adelante ya me ha dado moral, creo que se dejó un buen ambiente para poder repetir pronto.
-¿Está sonando el teléfono tras el triunfo de Sevilla?
-No todo lo que debería, creo que hoy en día las temporadas se hacen muy pronto y aunque estemos a principio de año hay muchas cosas ya cerradas. Pero sí es verdad que está sonando algo más que antes. Lo que comentábamos… mi nombre no estaba en ningún lado y ahora está ahí. Sabemos que por desgracia para unos y suerte para otros las temporadas son muy largas. Pasan mil cosas, hay sustituciones por desgracias.. y oye, que mi nombre sea de los que está ahí para contar con él pienso que ya es importante.
La tarde de la Maestranza el 7 de abril ha puesto su nombre de nuevo en juego.
