Sebastian Castella paseó la primera oreja del Domingo de Resurrección de la Maestranza de Sevilla. Un trofeo que cortó a un exigente toro de Hermanos García Jiménez, al que ensalzaba el diestro francés entrebarreras ante los micrófonos de One Toro Tv:
“Eso es lo que tienen las ganaderías buenas. Ese fondo. El toro ha sido exigente desde que salió, no ha regalado nada. Lo que ha sido el toro es agradecido a la suavidad, a creer, a imponerse, pero sobre todo a la suavidad, fíjate, porque desde los inicios que estaba lidiando al toro, que no me dejó torear hasta el quite que fue más pasar que torear, obviamente, pero el toro tenía un buen inicio, le echaba el capote suave y el toro iba”.
Castella hizo hincapié en que el piso no se encuentra en perfectas condiciones por la lluvia, y eso está afectando a los toros lidiados: “El piso está condicionando en cuanto a que los toros se están agarrando bastante, está muy malo el piso por las condiciones climatológicas, que ha llovido mucho y se ha hecho muy pesado. Entonces, por eso, el toro no se ha soltado lo que debería. Pero yo he estado a gusto con él. Eso no es fácil decirlo, pero he estado a gusto porque el toro me ha regalado embestidas de poder torearlo despacio, que eso es lo que busco, y de entrega total, y él al final se ha entregado. Así que estoy contento”.
Sobre su segundo declaró: “Sabía que el quinto no iba a regalar nada. Ni con las alturas, ni haciendo las cosas para él. Ha sido un toro desagradecido. El otro fue agradecido, y este desagradecido. Se quería quitar la muleta en todo momento. Lo único tenia la inercia falsa”.
Y terminó diciendo sobre sus impresiones sobre Sevilla: “Uno siempre pide a Dios que esté fresco y bien. Si hay que hacer el esfuerzo se hace el esfuerzo y si el toro te deja poder torearlo como uno sueña, pero este no ha querido nada. Lo pinché pero luego lo maté bien. Me veo bien y me siento a gusto con el traje. Es de las primeras tardes de la temporada. Quiero seguir creciendo esta temporada y hacer disfrutar al público”.
