Sebastian Castella demostró un compromiso y una hombría admirables saliendo de la enfermería sin haber sido operado de la cornada que sufrió en el glúteo al intentar descabellar al primer toro de Núñez del Cuvillo en Bilbao y regresando de nuevo al ruedo para lidiar al cuarto. Sin hacer ningún tipo de alarde y con total serenidad se pronunció así ante los micrófonos de One Toro al ser preguntado por ese gesto de torero macho:
“No sé cómo será la cornada, pero prefería salir a que me operara porque aguanto el dolor. Prefiero estar aquí… Quitarme la ropa y volver iba a ser un lío… Esto son cosas de toreros”, concluyó.