BOGOTÁ (COLOMBIA)

Castella se adueña de la Santamaría

El francés, que sustituyó a Roca Rey, perdió la puerta grande por culpa de la espada tras realizar una de sus mejores faenas en esta plaza
Paulo Andrés Sánchez Gil
domingo 02 de febrero de 2020

Fotos: RODRIGO URREGO B.

Lanceó Morante con temple y encaje al primero a la verónica, sin que el toro terminara de fijar la embestida. El quite, por delantales ajustados, descubrió la falta de fuerza del toro. Con la muleta hubo muy poco reseñable. El toro gazapeó y Morante, como es habitual en su concepto, no estuvo para lidiar las dificultades de Cardenal. En medio del disgusto general buscó la igualada sin acierto. Sonaron dos avisos antes de acertar al séptimo golpe de descabello. Pitos en el arrastre al toro. Y pitos al torero.

Se distrajo el cuarto de salida y esta vez no fue el tercio su fortín para torear a compás. La muleta tampoco permitió ver una buena versión de Morante, y la plaza le recriminó su displicencia de esta tarde, hasta para dejar los tres cuartos de espada con que lo despachó. Más pena que gloria en su única presencia en la temporada colombiana. Pitos en el arrastre. Pitos al torero.

Estuvo seguro con el capote Castella y empalmó ante el segundo una serie a la verónica, rematada con dos medias y un lance a una mano. El quite por chicuelinas rubricó la rotundidad del tercio de capa del francés. El comienzo de faena hizo explotar la plaza; tan firme como expuesto, hizo alarde del poderío que acompaña su racha triunfal. Por el pitón derecho tuvo menos recorrido y claridad el toro, sin que fuera excusa para no cuajarlo por ahí también. Los naturales le vinieron muy bien al toro, a la faena y al discurso que esta tarde encumbró a Castella. La estocada cayó ligeramente baja y el premio quedó en una oreja y clamorosa vuelta. Palmas en el arrastre.

Castella tapó los defectos que mostró de salida el quinto. Comenzó la faena de muleta de rodillas para luego llevar al toro a los medios, en donde brotó la inspiración. Toreó por abajo, muy despacio y a favor del toro, al que había que consentir mucho. Un tratado de entrega y amor propio. Un faenón, por el que la Santamaría lo absolvió de su fallo a espadas y lo sacó para dar una vuelta al ruedo a cambio de las dos orejas y la puerta grande que tenía segura.

En el primer tercio el tercero recargó con fuerza en el peto, y tumbó dos veces al caballo que montaba Reinario Bulla. Saludó Jaime Devia por sus buenos pares de banderillas. La faena duró tres series con la derecha antes de que se hiciera más evidente la lesión del toro en su mano derecha, porque en adelante el ritmo fue irregular y el público no acompañó el esfuerzo del torero. Era momento de abreviar, no de intentar agradar. Tres pinchazos antecedieron a la estocada contraria, a la que siguió el aviso. Acertó al segundo intento de descabello. Silencio en el arrastre y silencio para Luis Miguel Castrillón.

Un buen quite por gaoneras fue lo poco que dejó el balance del cierre de la corrida. A la faena le faltó emoción porque el toro transmitió muy poco. Vano esfuerzo de Luis Miguel Castrillón, que no tuvo fortuna con su lote, en este compromiso con la afición colombiana, acartelado con dos figuras del toreo.

Bogotá (Colombia), domingo 2 de febrero de 2020. Primera de la temporada. Toros de Ernesto Gutiérrez, bien presentados pero de escaso juego, destacando sobre todo el 5º. Morante de la Puebla, pitos tras dos avisos y pitos; Sebastián Castella, que sustituía a Roca Rey, oreja y vuelta al ruedo tras aviso; y Luis Miguel Castrillón, silencio tras aviso y silencio. Entrada: Tres cuartos. La terna fue obligada a saludar tras el paseíllo. Saludó Jaime Devia por sus buenos pares al tercero. Hubo estrictos controles policiales a la hora de entrar en la plaza. A pocas cuadras de los accesos se agolparon los antitaurinos, pero la policía impidió que se aproximaran a los aficionados.

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