La primera de las dos corridas virtuales que conforman la 66ª Temporada Taurina de Manizales terminó con el triunfo rotundo del torero caldense Cristóbal Pardo y los astados de Ernesto Gutiérrez, cuyo sobrero, de nombre Reyecito, de 494 kg., corrido como primero bis al malograrse en el ruedo el titular de Santa Bárbara, fue indultado después de una larga faena en la que Pardo sacó provecho de la nobleza del toro, para cuajarlo y hacer que pronto rompieran la faena y la bravura del de Gutiérrez. Al natural estuvo enorme Pardo y el toro yendo a más hasta que el conjunto precipitó el indulto, pese a que en varas el castigo fue escaso y la pelea no fue especialmente brava. Las dos orejas simbólicas se otorgaron, aunque no se entregaron al ser el primero en suerte, y aún no había en arrastre toro para desorejar.
El cuarto fue un buen toro de Juan Bernardo Caicedo al que Pardo, aún abrumado por el triunfo y el indulto, le hizo las cosas bien. Sin tanta ligazón como en el primero, y menos profundidad, pero rayando a buen nivel de nuevo, ratificó el sitio ganado en estos meses de preparación y la ilusión con que llegó a este compromiso. Los naturales con mano baja fueron de nuevo el eje de la faena, que le valió otra oreja, que pudo ser excesiva teniendo en cuenta que la estocada cayó contraria.
Luis Miguel Castrillón tuvo una tarde de contraste, al convencer en el segundo con un toreo templado y serio, precisión en cada cite para acompañar la embestida franca del toro de Gutiérrez, y cubrir cada tercio con firmeza y poso. Una oreja fue el premio para el torero y las palmas en el arrastre para el toro.
Pero el fallo con los aceros y la aspereza del toro de Caicedo que le correspondió en suerte para su segundo turno, atenuaron lo conseguido antes. Tres avisos y el triunfo contenido en la mansedumbre del animal que, aquerenciado, no se lo puso fácil a Castrillón, quien pese al esfuerzo no consiguió rematar una serie.
La tarde de David Martínez fue para el olvido. Los dos toros vivos, seis avisos, errores de colocación y desaciertos en el manejo de los tiempos. Al tercero pudo cortarle las orejas pero no se acopló con otro noble toro de Ernesto Gutiérrez, que se prestó para el buen toreo, pero desde el tercio de banderillas en el que no fue claro el toro, y se paró desluciendo el tercio, Martínez no le encontró las teclas, y apenas algunos pasajes de temple cerraron el balance.
Al sexto tampoco le encontró la medida y apenas pudo lucir en banderillas. El de Santa Bárbara tuvo movilidad de salida pero se fue apagando con prontitud y luego terminó rajado. La imprecisión con los aceros terminó de malograr la actuación de David, que se va en deuda con la afición que por miles siguió el festejo de manera virtual.
Manizales (Colombia), domingo 10 de enero de 2020. Primer festejo de la 66ª temporada taurina de Manizales. Toros de Ernesto Gutiérrez (1º bis -sustituto de otro de Santa Bárbara que se lesionó en el ruedo-, 2º y 3º), de muy buen juego y justos de presentación. El 1º bis, de nombre Reyecito, con el nº 271 y de 494 kg de peso, mereció el honor del indulto. El 6º, de Santa Bárbara, de excelente presentación, manseó. El 4º y el 5º fueron de Juan Bernardo Caicedo, bien presentados aunque muy justos de peso. El 4º tuvo mucha calidad y el 5º se rajó rápidamente. Cristóbal Pardo, dos orejas simbólicas tras indulto y oreja; Luis Miguel Castrillón, oreja y tres avisos; David Martínez, tres avisos en ambos turnos. Entrada: Festejo a puerta cerrada, que pudo seguirse de manera virtual. Destacó en varas Clovis Velásquez.