BENLLOCH EN LAS PROVINCIAS
Foto: Antonio ViguerasFoto: Antonio Vigueras

Cuando se torea como se sueña

José Luis Benlloch
domingo 31 de marzo de 2024
Ureña-Fallas-2024: radiografía de una obra de arte; “sentí que el toro tenía algo dentro y nos encontramos los dos”, afirma el murciano

Ureña, Paco, de Lorca, torero, para ser exactos gran torero, triunfador en Fallas, sin galardones que no sin premio, al fin y al cabo el reconocimiento de crítica y afición ha sido unánime. No es novedad, una vez más el murciano ha levantado la voz en Valencia y ha explicado el toreo con una rotundidad tan cautivadora como aplastante. Directamente sentó cátedra. Sucedió en el último capítulo de una feria en la que si Roca Rey fue un estallido, la Valencia desbocada, un masclet revestido de luces, la obra de Ureña ha sido una sinfonía de pureza, el trueno vestido de nazareno que cantase Machado; si comparamos, una tamborrada frente a un concierto, todo cabe, todo es necesario, evolución y solera, el toreo como arte vivo en el balance de unas Fallas que deben marcar el camino. Decía que no hubo orejas para el lorquino, maldito descabello, aunque a estas alturas de la reflexión ferial importa poco.

El toro del triunfo, Cartero se llamaba, no fue un toro especialmente claro desde el principio. Ureña se lo sabe de carrerilla, embistió recto e incómodo de primeras, recuerda, tuvo un gesto bonito cuando se quedó a solas con su lidiador, fue bravo en el caballo, se puso complicado en banderillas y cuando Ureña cogió la muleta…

-Cuando cogí la muleta yo sentía que tenía algo dentro y afortunadamente nos encontramos los dos. 

-La izquierda, la mano de la verdad en el toreo inició el encuentro, con la derecha alcanzó la cima de su obra.

-Primero tuve que tratarle con suavidad para que aflojase su carácter y su exigencia, y cuando se soltó apareció la profundidad y la fusión entre mi manera de interpretar el toreo y su bravura. Lo sentí como algo hermoso.

De Roca a Ureña: de un trueno vestido de luces a un trueno vestido de nazareno

-Cuando la obra parecía culminada seguiste toreando a riesgo de que bajase la tensión, arriesgaste el desenlace, quizá pensando en que debías asegurar la segunda oreja.

-No, no. No pensé en los trofeos para nada. Sentía que el toro tenía más embestidas profundas y así fue, en ese final, ahora con la derecha y sin espada, me dejó torear muy curvado y muy dentro de él.

-Y la plaza se convirtió en un hervidero, todos lo entendieron, todos se pusieron de acuerdo, desapareció lo que se dice el sistema, y las fobias, y hasta la ignorancia taurina, todos a una voz.

-Cuando sucede algo así surge la magia y da paso a los sentimientos y entonces pasa lo que pasó. 

Foto: Antonio Vigueras

-Todos los elogios son para el torero, nadie parece acordarse del toro.

-Yo le hubiese dado la vuelta al ruedo. 

-Ureña y Montalvo es una combinación de éxito. Habría que decir aquello de que nadie los separe.

-Gran ganadería. Se va a poner en un sitio importante. El año pasado hice la mejor faena de mi vida con un toro de Montalvo en esta plaza, a aquel lo maté bien, pidieron con fuerza la segunda oreja y no me la dieron, y este año con otro montalvo lo superé y ya puedo decir que la mejor de mi vida es esta.

ESTE MUNDO…

Ves el historial de Ureña, las cornadas, las faenas gloriosas, las esperas, los peajes administrativos que ha tenido que pagar, las secuelas físicas -¡Dios, aquella cornada en el ojo fue una barbaridad!- que hubiesen sacado del toreo a cualquiera; eso y el orden con el que todavía tiene que ponerse en la cola de los despachos te hacen decir, yo lo diría, este mundo es muy cabrón, realmente injusto, pero el propio Ureña lo matiza seguramente fruto de un trabajo mental de superación.

-No es cabrón, José Luis, es que es difícil para todo el mundo, para unos más que para otros, eso sí, pero todo el mundo tiene sus dificultades, aquí no hay nada fácil. Aun así, el mundo en realidad es maravilloso en muchas ocasiones, lo que hay que hacer es saber vivir la vida y estar en paz con uno mismo. La paz interior es lo que hace que todo fluya hacia algo positivo.

Conociendo su mentalidad de torero bravo esa paz interior de la que presume, que se me antoja muy hindú, muy gandhi, parece haberle blindado contras las dificultades, de tal manera que ese pacifismo en la calle y esa resistencia en la plaza impactan y le permiten avanzar.

-Las dificultades no son gratas y nunca te acostumbras, pero trabajo mentalmente muchas situaciones. Intento estar en paz conmigo mismo y estar tranquilo que es lo que hace que puedas superar las dificultades que te plantea la vida.

Foto: Antonio Vigueras

-¿Uno se rebela o se conforma?

-En mi modo de entender la vida y el toreo conformarse es una palabra fea, es respetable para las personas que lo sientan, pero no entra en mi filosofía de vida. No entiendo el mundo así, lo que hay que hacer es trabajar e intentar superarse, en lo profesional y en lo personal. 

-¿Ante la injusticia uno se calla o grita?

-No hay que callar, por qué habría que callar si hay un porqué para levantar la voz. Uno debe decir las cosas en su momento y con su verdad. Naturalmente hay que hacerlo sin abandonar la educación. 

“Conformarse es una palabra fea que no entra en mi filosofía de vida”

-Volvamos a Valencia, a estas alturas cabe decir tu Valencia dada tu reiteración en el triunfo, la faena fue de una solidez deslumbrante.

-Torear como toreé en Valencia fue algo que soñé muchas veces y soy consciente de que es algo muy difícil de lograr. Me hubiese gustado rematar la tarde matando el toro como merecía la faena y como merecía el toro, y aunque no fue así me consuela que entré a matar bien. Luego resultó que con media estocada no se echó, pero eso para mí no influye para nada en lo que viví ni el resultado.

Y además sucedió en Valencia donde ha abierto en dos ocasiones la puerta grande y en otras tantas tiene la sensación de que se la cerraron arbitrariamente.

-Que haya sido en una plaza como Valencia que tanto significa en mi carrera y en mi vida, ha sido otro motivo de satisfacción. Esta ha sido la mejor faena de mi vida, mejorando otra en la misma Valencia y eso demuestra inconformidad, ilusión por mejorar.

-Te has acordado de las veces que te cerraron la puerta grande, entiendo que te duele.

-Situaciones así me parecen algo injustas y no solo por mi, yo de verdad, estoy en otro plano, lo digo sobre todo por muchos compañeros. Cuesta mucho trabajo hacer cosas bonitas a un toro y luego que eso no se refleje por una cabezonería sí me parece mal, pero a mí lo que me interesa y en lo que me empeño es en dar el nivel que di el otro día. 

-¿Te han llamado muchos empresarios, ha supuesto muchos contratos?

-Llevo unos días sin hablar con mi apoderado, supongo que no, pero tampoco es algo que me inquiete. Sé que torearé donde tenga que torear, sé dónde voy y el camino que tengo que hacer. A veces con triunfos y orejas no ha sonado el teléfono y otras veces sin triunfos ha sonado. Ya no es algo que me inquiete.

-Lo que no supone que sea justo.

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