La Revolera

¡¡Cuidado con los mano a mano!!

Paco Mora
domingo 20 de marzo de 2016

Los mano a mano deben celebrarse entre iguales, que tienen algo que resolver entre ellos. Son propios de la rivalidad y deben servir para dilucidar quién es el gallo del gallinero, porque llenar todos los carteles con enfrentamientos de ese tipo puede paralizar, e incluso romper, la carrera de algunas promesas bien fundamentadas.

La de Fallas, anunciada como la Feria de la renovación, ha significado el cedazo que la experiencia le hacía a uno presumir. Aquí nadie le quita el sitio a nadie. Las figuras han demostrado que lo son con todo merecimiento. Que esto del toreo no es “el gordo de la primitiva”. Que la suerte cuenta en su desarrollo pero no hasta el punto de decidir una carrera. Puede marcar un día, un momento y hasta una perspectiva, pero la sabiduría, la sazón y el poso de los toreros grandes no son producto de un instante determinado, sino que son fruto de tirar patas arriba muchos toros y de pasar muchos tragos amargos, ácidos y dulces. Es cuestión de paciencia y barajar. Eso deberían aprenderlo algunos apoderados que, con sus precipitaciones, pueden ralentizar y hasta acabar con un torero.

Roca Rey tuvo el santo de cara y su desparpajo, soltura, valor y entrega innatas le han hecho salir triunfador del trance, y de seguir así habrá que echarle de comer aparte. Pero ojo; si Talavante hubiera tenido el material adecuado que le faltó el jueves día 17 estaríamos hablando de otra manera, porque vive un magnífico momento en el que ha depurado su estilo, y su variedad y repentización son enemigos muy difíciles de abatir en un día con suerte. Y después de una corrida viene otra y las temporadas son muy largas y guardan en su interior desafíos de mucho compromiso.

En cuanto al bis a bis de El Juli con López Simón, la realidad ha demostrado que eran palabras mayores para el interesante torero de Barajas. El de Velilla de San Antonio es en estos momentos un torero intratable. Su gran dimensión lidiadora, su raza y su cabeza despejada en la cara del toro le hacen capaz de poder con los toros de piedra de Guisando, y hasta de triunfar con ellos. Era muy difícil echarle un pulso al Juli y no salir de la aventura con la muñeca dislocada. ¿Quiere esto decir que no se deben abrir los carteles para las novedades? ¡De ninguna manera!

Siempre se dio paso a los recién alternativados con ambiente, y romper el fuego del retorno a esa dinámica, en Valencia, ha sido un acierto. Pero los mano a mano son otra cosa. Deben celebrarse entre iguales, que tienen algo que resolver entre ellos. Son propios de la rivalidad y deben servir para dilucidar quién es el gallo del gallinero, porque llenar todos los carteles de España con enfrentamientos de ese tipo puede paralizar, e incluso romper, la carrera de algunas promesas bien fundamentadas. O así me lo parece.

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