Fotos: ARJONA
Emilio de Justo fue prendido en las postrimerías de la faena a su primer victorino de este domingo en Bilbao. El cacereño, seriamente volteado, salió del trance con una considerable paliza y un fuerte desgarro en una oreja. Tras pasear el trofeo con el que fue premiado, pasó por su propio pie a la enfermería, donde además de la citada herida en la oreja fue atendido también de una contusión en la región sacra y de un varetazo en un muslo.
Los médicos impidieron al torero salir a matar el sexto victorino, derivándolo tras suturarle la oreja a un centro hospitalario para mayor estudio radiológico.