CORRIDAS GENERALES

De Justo prolonga su enrachado agosto en Bilbao

José Ignacio Galcerá
miércoles 21 de agosto de 2024
En sus manos cae el mejor toro de una corrida baja de casta de Núñez del Cuvillo y pasea la única oreja del festejo; Sebastián Castella, herido

Emilio de Justo prosiguió en Bilbao su enrachado agosto. No tuvo el triunfo de esta tarde la rotundidad de éxitos precedentes como el de Málaga pero quedó la huella del gran momento que atraviesa. Así que a la lista de Guijuelo, Herrera del Duque, San Sebastián, la citada de la Malagueta, Huesca o Socuéllamos, hay que añadir el de Vista Alegre de hoy. A sus manos, eso sí, el factor suerte volvió a estar de su parte en el sorteo, fue a parar el mejor toro, muy buen toro, de la desrazada corrida de Núñez del Cuvillo, en la que hubo otros, como primero y quinto que apuntaron pero no tuvieron el fondo bravo para desarrollar sus buenas condiciones.

Las virtudes que les faltaron por ejemplo a los dos primeros toros las reunió el tercero, el toro del triunfo de De Justo. No se sabía por dónde podía romper el cuvillo, al que se midió en el caballo y blandeó en los primeros tercios. Pero en la muleta se destapó como un toro de enorme calidad, especialmente un pitón izquierdo de excelente ritmo. El mérito del extremeño estuvo en afianzarlo y a partir de ahí el cuvillo se vino arriba. La faena tuvo el sello del clasicismo, desde el encaje, la muleta siempre adelante y la ligazón. Una de las series al natural fue monumental, rotunda por el temple. Esa tanda la acusó el toro pero en ese momento la faena ya había prendido de verdad. Los pases de pecho a la hombrera contraria y marca registrada en De Justo, las preciosas trincheras de la apertura y el bonito colofón genuflexo redondearon la actuación. Se tiró a matar muy recto. Paseó al fin y a la postre la única oreja.

De preciosa pinta el sexto, burraco, no descolgó nunca. La cara siempre por las nubes. Y la bravura por los suelos. Ni un ápice. Porfió Emilio de Justo en una faena sin eco rematada de una estocada atravesada.

CORNADA A CASTELLA

Al toro que inauguró la tarde le faltó fundamentalmente poder para desarrollar la calidad que poseía en el pitón izquierdo y que apenas se vio en un par de apuntes de Sebastián Castella. El francés, en faena brindada a la ganadera Isabel Lipperheide, trató de dar ritmo a un toro al que le costó romper hacia adelante por esa ausencia de fuerzas. Dejó una estocada desprendida y a la hora de descabellar fue cogido y herido en el glúteo. Recogió una ovación camino de la enfermería de la que salió con un aparatoso vendaje que escondía la cornada todavía no operada.

Aplaudió especialmente la sombra a Castella antes de la salida del cuarto por el esfuerzo de torear con la herida abierta y fresca. Y se le vino el toro al francés cuando se dirigía a los medios a brindar. De ahí el improvisado inicio. Se movió el cuvillo sin ninguna clase, derrotando al final del muletazo por esas ganas locas que tenía de rajarse. Y acabó poniéndose desagradable, soltando la cara. Quedó la disposición de Castella que tras recoger la ovación se fue de nuevo a la enfermería para ser intervenido.

Si Castella toreó herido, Miguel Ángel Perera se plantó en Vista Alegre tras una recuperación en tiempo récord -apenas cinco días antes un toro le rompió dos costillas en San Sebastián-. Echó la cara arriba su primero en el encuentro con el caballo, síntoma de su descastada condición. No había entrega, ni celo y por tanto no hubo tampoco opción de construir una faena más allá de la disposición de Perera que el público reconoció con una ovación. Con la espada se le fue la mano muy abajo.

El motor del quinto, o sea, la casta, estaba en el límite también ya que cuando tuvo que repetir los esfuerzos fue otro cantar. Una primera embestida buena, la siguiente también, con la cara colocada, pero a la tercera… Escarbador y un punto tardo el toro. Del extremeño cabe destacar esa ambición renovada ahora cuando cumple veinte años de alternativa en una faena de puro pulso.

Bilbao. Miércoles, 21 de agosto de 2024. Toros de Nuñez del Cuvillo, desiguales de presentación, descastados en conjunto; de gran calidad el tercero, el mejor. Sebastián Castella, ovación con saludos en ambos; Miguel Ángel Perera, ovación con saludos y ovación con saludos tras aviso; y Emilio de Justo, oreja y ovación con saludos. Entrada: Algo más de un cuarto de plaza. Se desmonteró Rafael Viotti en el primero de la tarde, Morenito de Arles y Pérez Valcarce, en el tercero, y Jesús Díez “Fini”, en el quinto.

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