Informa: Marcos Sanchidrián.
Juan Leal recibió al primero en los medios. Intentó imprimir un toreo de mano baja pero sin continuidad. Después, se metió entre los pitones sin ningún miramiento. Silencio tras aviso.
El segundo se lo brindó al equipo médico que lidera la cirujana Marta Pérez. Diosleguarde se encajó para cuajar al serio y bravo toro de Arauz de Robles. La espada se llevó el premio. Silencio tras dos avisos.
Víctor Hernández brindó a Manuel Diosleguarde el tercero. Exigente y bravo el de Arauz, no amilanó al joven diestro que bajó la mano y templó en tandas de hasta ocho muletazos. Erró con la espada pero, aún así, el público pidió una oreja que el presidente no concedió. Ovación tras petición.
El cuarto se ordenó cuando se quedó cara a cara con Juan Leal en el ruedo. Ahí fue cuando dejó atrás las dudas que provocó en los primeros tercios, pero le faltaron finales y duración. El francés lo pasó por ambos pitones y siempre estuvo más cómodo cuanto más cerca de los pitones estaba. Pasó a la enfermería después de resentirse del tobillo a la salida de la suerte suprema. Silencio tras aviso.
El quinto, más basto de hechuras que el resto del encierro, se empleó en la muleta de Manuel Diosleguarde siempre que lo llevase tapado. Un mansito con calidad que rompió sobre el pitón izquierdo donde el salmantino lo cuajó a placer. Lo mató al segundo encuentro y cortó dos orejas.
El sexto sobresalió por su seriedad y por su comportamiento. Víctor Hernández estuvo muy firme y no se amedró cuando el astado soltaba la cara al final de los muletazo. Cortó una oreja que premia una tarde muy seria.
Cuéllar (Segovia). Domingo, 25 de agosto de 2024. Toros de Araúz de Robles, serios y bien presentados. Destacaron segundo, tercero y el quinto. Juan Leal, silencio tras aviso y silencio tras aviso; Manuel Diosleguarde, silencio tras dos avisos y dos orejas; y Víctor Hernández, ovación tras petición y oreja. Entrada: Un tercio.