El Cordobés puso fin a más de treinta años de profesión este domingo en Jaén. Fue una tarde muy emotiva, ya que también cobró protagonismo su padre, Manuel Benítez. La corrida, que se pudo ver en abierto a través de las cámaras de Canal Sur y Telemadrid, resultó ser un éxito.
Manuel Díaz “El Cordobés” se expresaba así tras su última tarde en los micrófonos de los compañeros de Telemadrid: “Me llevo muchos bonitos recuerdos de tantos años y de tantas tardes que he vivido, y al final lo que queda es eso. Ojalá que mi vida se llene de recuerdos buenos porque al final pienso que las personas lo que tenemos algún día son recuerdos, y espero que los míos sean más buenos que malos. Ojalá que sea así”.
Fue preguntado por el día después de la retirada, si tenía miedo a quedarse vacío, a lo que Díaz contestó que “siempre he sido muy arriesgado; tengo dos prótesis de cadera de titanio que, por prescripción médica me decían que era una locura torear, pero quería retirarme del toreo y yo no quería que me retirara del toreo una lesión como la que me pasó en 2018 que me tuve que operar. He luchado mucho, a contracorriente en esta última etapa, que no es excusa, aquí hay que pegarle pases a los toros y ya está… Es cierto que todos estos últimos tres meses han sido muy lesivos para mí. El otro día me tuve que infiltrar el psoas porque un toro me pegó un golpe y llevaba varios días fastidiado, pero bueno, no quería echar para atrás esta oportunidad de hacer lo que he hecho hoy y aun mermado de facultades aquí he estado”.
Si la corrida tuvo un momento emocionante y notorio, ese fue el corte de coleta por parte de su padre: “No tenía intención de cortarme la coleta, pero bueno, mi padre quería cortarme la coleta y yo le voy a dar ese gusto… Creo que cuando esté en casa tranquilo, con mi gente, con mis hijos… ahí es donde yo me voy a romper más. Creo que va a ser el momento en que yo me voy a romper: cuando abra el cuarto de los trajes y de los capotes, como yo digo, que se ha abierto muchas veces y se ha cerrado gracias a Dios y cuando ese cuarto se quede ya a oscuras, que se apaguen las luces del traje de luces, pues… volveré de vez en cuando a ese rincón de mi casa a sentarme junto a mis trajes y a que me cuenten las vivencias que hemos tenido juntos”, sentenció El Cordobés momentos antes de poner fin a su trayectoria profesional.
