Finalizado el periodo de obras, tuvo lugar la corrida de reinauguración de la Monumental de Almeirim, ahora convertida en un edificio multiusos que integra varios espacios comerciales. El coso mejoró su aspecto pero el aforo perdió dos mil localidades.
La reapertura fue exitosa, registrando momentos de toreo de calidad, valientes pegas de cara, con la decisiva colaboración de un magnífico encierro de Vale do Sorraia. Los toros, de impecable presentación y encastados, desarrollaron codicia y movilidad, y dos de ellos, segundo y cuarto, bravura. Lamentablemente, el director de corrida no apreció debidamente el comportamiento de los astados, que hubieran justificado una o más vueltas al ruedo del ganadero.
Un eterno Joao Moura lidió con acierto al noble ejemplar que rompió plaza, diseñando una faena cadenciosa, con alardes de maestría ejecutando las suertes con absoluta corrección. El toro, de 580 kilos, no transmitía, condicionado también por el pésimo estado del piso plaza, que dificultó los movimientos de los animales. Asimismo, Moura rayó a buena altura.
Antonio Ribeiro Telles, con más de tres décadas de alternativa, se encuentra en un momento imparable. Se puede afirmar que el maestro torea hoy mejor que hace quince o veinte años, ha depurado su estilo y se le ve totalmente entregado. Su lidia al bravo segundo constituye un auténtico compendio del arte de torear a caballo, desde la elegancia en la brega hasta la ejecución de casi todas las suertes, con máxima verdad. Un triunfo más en esta etapa dulce de su larga trayectoria artística.
El veterano Luis Rouxinol es una apuesta segura en cualquier circunstancia -poco le importa lo que salga por la puerta de los sustos-, porque su capacidad lidiadora sobrepasa todas las dificultades. Esta vez le tocó un buen toro, con el cual desarrolló una lidia in crescendo rematada con un par de banderillas a dos manos en los medios. Mantiene intacto su crédito.
Joao Moura Jr., un valor contrastado de la nueva generación, no aprovechó del todo la bravura de su oponente, aunque se le vio muy seguro en todo momento. Citó reiteradamente de largo, hasta clavar varias banderillas de nota alta con otras menos conseguidas en el momento de la reunión. Dejó buenas sensaciones.
A Luis Rouxinol hijo le tocó el toro más complicado de la tarde, con muchas piernas y adelantándose al caballo. El joven jinete supo lidiarlo con soltura y brillo, llegando con fuerza a los tendidos. Emborronó el tramo final de la faena al insistir en clavar un par a dos manos, dejando apenas una banderilla en cada uno de los tres intentos. En conjunto, el balance fue positivo.
El amador Antonio Telles hijo sorprendó al lidiar al novillo que cerró plaza con las ideas claras y sin complejos. Naturalmente, tiene mucho que perfeccionar, pero dejó constancia de sus buenas maneras e intuición torera. Entusiasmó el cónclave, generando expectativas en su porvenir.
La emotiva competencia entre los grupos de forcados amadores de Santarém y del Aposento de Moita, que realizaron lucidas pegas de cara, contribuyó al éxito del festejo, creando un justificado alboroto. Destacó, frente al segundo, Leonardo Matías, el joven cabo del grupo del Aposento.
Almeirim (Portugal), miércoles 1 de mayo de 2019. Corrida de reinauguración de la plaza. Toros de Vale do Sorraia, con trapío, encastados y de buen juego. Destacaron por su bravura 2° y 4°. Y un novillo de David Ribeiro Telles (6°), que cumplió. Joao Moura, vuelta; Antonio Telles, vuelta; Luis Rouxinol, vuelta; Joao Moura hijo, vuelta; Luis Rouxinol hijo, ovación con saludos; Antonio Telles hijo, vuelta. Entrada: Lleno.