El pasado año 2021, a lo largo del mes de octubre, el gobierno de Portugal aprobó un Decreto-ley que pretendía aumentar la edad mínima para asistir a festejos taurinos, elevando dicho umbral de 12 a 16 años. Sin embargo, el Decreto nunca llegó a ser promulgado ni la legislación llegó a verse alterada, quedando todo a expensas del Ejecutivo.
Más recientemente, tras la celebración de unas Elecciones Generales que han inaugurado una nueva legislatura y han favorecido un aumento de la representación de las fuerzas que defienden la libertad de ir a los toros, con una mayoría del Partido Socialista, el ministro de Cultura, Pedro Adão e Silva, ha reconocido en declaraciones al diario Público que esta cuestión “no es una prioridad del gobierno” y ya había afirmado que no “cuenten con él para censurar la tauromaquia.”
Pues bien, la única representante que ha mantenido el partido animalista PAN tras los últimos comicios celebrados en el país luso ha querido llevar esta cuestión al Pleno de la cámara legislativa, interpelando al primer ministro António Costa por el punto en el que se encuentra esta cuestión. El PAN insistió en que la limitación del libre acceso a los toros era parte del acuerdo que habían alcanzado con el Partido Socialista para votar a favor de la propuesta de los presupuestos generales del Ejecutivo.
Pues bien, el primer ministro António Costa ha respondido en el parlamento portugués, al PAN, afirmando que el Ejecutivo sí cumplió su palabra, puesto que llegó a redactar el Decreto-ley y lo envió a la Presidencia de la República, que sin embargo no lo promulgó y lo devolvió al Gobierno, motivo por el cual el proceso legislativo quedó extinto y la prohibición de acceso a los toros no se va a aplicar. El motivo del veto habría sido la inconstitucionalidad de la norma. La Federación de Tauromaquia Portuguesa, Protoiro, siempre defendió que, como ahora reconoce abiertamente el PAN, aquel Decreto-ley no era más que el resultado de un negocio político carente de verdadero fundamento. Por este motivo, el sector se manifestó de forma vehemente contra esta prohibición ilegal.
Así las cosas, la clasificación de acceso a los espectáculos taurinos se mantiene inalterada, de modo que los menores de doce años pueden asistir a las corridas en compañía de un adulto y los jóvenes de más de doce años pueden hacerlo por sí solos, de acuerdo con lo indicado en la legislación en vigor.
