No cabe negar que la asociación Bailleres-Casas-Cutiño le ha dado un trallazo a las aguas dormidas del estanque del toreo. Que como siempre pasa en este país -que no en vano es el de La Parrala- unos dicen que sí y otros dicen que no, pero lo cierto es que, analizada con frialdad y sin filias ni fobias previas, la idea parece de lo más interesante. Y como por otro lado, ni por edad ni por ejecutoria ninguno de los tres citados empresarios pueden ser calificados como ingenuos ni desconocedores del negocio taurino, lo mas lógico es esperar que sus primeros movimientos nos den la clave de lo que puede significar dicha entente para sacar al toreo del sopor que padece.
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 1949
