El rejoneador, que entrenaba en la finca jerezana de El Albardén, salió ileso pese a lo aparatoso que fue el percance. Ventura estaba entrenando junto a Fermín Bohórquez en esta finca propiedad de Alfredo Erquicia. Ambos torearon varias vacas, comprobando el estado en el que se encuentran caballos estrellas de ambas cuadras y también probaron algunos nuevos, en el caso de Diego, un caballo bayo del hierro de Passanha que apunta mucha clase y que puede debutar en breve.
Diego utilizó caballos como Wellington, Demonio, Ribatejo y Morante, con el que precisamente tuvo un percance que viene a demostrar que el peligro está en cualquier parte cuando hay ganado bravo de por medio y se pisan los terrenos comprometidos de una figura del rejoneo. Este caballo perdió el equilibrio al morder a la vaca como es habitual en él y cayó encima del rejoneador, saliendo éste ileso de forma milagrosa a pesar de que el caballo comenzó a lanzar coces que incluso llegaron a golpearle.