La casa solariega de El Pilar, en plena finca del Puerto de La Calderilla, situada entre las localidades de Tamames y Tejeda, en las faldas de la paradisiaca sierra de Francia salmantina, es un vaivén de movimiento. De los propios trabajadores de la ganadería, pero también de destacados taurinos que van a ver la camada del próximo año u otros toreros de postín que acuden a los tentaderos. Porque desde hace años en el mundo del toro, El Pilar es sinónimo de prestigio y categoría, tanto, que cada temporada son varias las veces que su nombre salta a la pomada por lograr algún triunfo relevante en las ferias de postín.
- “Ha sido un año muy regular, sobre todo en cuanto a las corridas. Ha habido algunas en las que han embestido los seis toros”
- “Aquí nunca te puedes dormir. Hay que ser fiel a tu selección y al toro que buscas sin traicionarte. Ese es el secreto del triunfo”
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