Fortes: “Sé que puedo estar al nivel de una figura del toreo”

Han pasado dos semanas desde que Saúl Jiménez Fortes hiciera su primer paseíllo en España esta temporada, la apuesta era un hecho y el resultado un triunfo en mayúsculas. Fue en su tierra, Málaga, donde se anunciaba mano a mano con Roca Rey en un festejo en el que además recogía el capote de paseo que le reconocía como triunfador de la temporada anterior. No fue una tarde más. Con el triunfo asegurado desde el primer toro, mantuvo el acelerador pisado, recibió una cornada en el inicio de la faena de su segundo, se mantuvo en el ruedo también para lidiar a su tercero cortando sendas orejas en ambos; salió a hombros, paladeó ese sabor de las cosas que salen como uno desea y, tras ello, a la enfermería a valorar el precio que también tuvo que pagar, además del merecido premio de las cuatro orejas. Reapareció en Perú, con los puntos puestos, y se trajo el Escapulario de Santa Rosa de Lima que le acredita como triunfador. Conversamos con el torero sobre todo lo acontecido.

Ante todo, ¿cómo se encuentra de la cornada?

-Bien, bastante recuperado, han sido desgarros musculares, pero ya pude torear hace unos días en Perú y por suerte todo bien.

-¿Cómo nace la idea del mano a mano en Málaga? Ha sido su primer paseíllo esta temporada.

-Fue un conjunto entre todas las partes, ya el año pasado también en Málaga toreamos juntos con Manzanares en el cartel, una tarde en la que pasaron muchas cosas, hubo mucho toreo, mucho contenido y resulté triunfador ganando el capote de paseo. Tras aquello, me surge la idea de torear mano a mano con él. Posteriormente en Antequera, me brindó un toro Roca Rey y cuando recojo la montera le muestro que me haría mucha ilusión torear ese mano a mano con él en Málaga; ya cuando la empresa comienza a confeccionar la feria, lo comento con ellos también y, a partir de ahí, es la empresa la que trabaja para hacerlo posible.

-El reto era importante, y los toreros en su situación siempre están en guardia para cuando se presenta la ocasión. ¿Supuso alguna preparación especial o solo era cuestión de que llegase el momento?

-Vivo comprometido con mi profesión todo el año para poder aprovechar oportunidades, entre otras cosas porque en principio, la previsión era haber empezado temporada mucho antes, en Madrid u otras plazas importantes de principio de año. Se ha dado la circunstancia que Málaga ha sido la primera y durante todo el año acabas preparando con especial entusiasmo ese día. Un cartel de relumbrón, de “No hay billetes”, de medios de comunicación pendientes… sabía la repercusión que podía tener y gracias a Dios ha salido todo bien.

Extraordinario el natural de Fortes. Foto: Arjona

-Llega el día, abre plaza además y no hay tiempo a dudar, va con todo para adelante.

-Justo antes del paseíllo sentía mucha presión, nervios e incertidumbre. Al final arrancas el paseíllo y decides dejarlo atrás. Cuando recojo el capote de paseo de triunfador del pasado año decido dejar atrás también lo conseguido y me voy a la puerta de chiqueros ya con la mente puesta en el siguiente capote de paseo. Empezar la tarde enchufado, comprometido, ya supone toda una declaración de intenciones. Me levanto de la portagayola y rápido vi la calidad del toro y sabía que iba a poder gustarme con el capote, y fue surgiendo la faena. Un gran toro y una faena para disfrutarlo.

-No iba a desaprovechar la oportunidad.

-A veces las cosas no salen como se planean, pero soy un torero que sé que puedo estar en mejor situación en cuanto a contratos, porque también lo he estado en otros años. En mis primeros años compartí cartel con todas las figuras del toreo, no es algo nuevo para mí, pero con esa madurez alcanzada y haber pasado otras etapas diferentes, sabía que podía estar al nivel de una figura del toreo, creyendo mucho en mis posibilidades, con toda la humildad del mundo, pero sé de lo que soy capaz. Era el día para mostrarlo. Si sigo manteniendo ese nivel y soy constante podré tener la oportunidad de ocupar esos puestos que uno busca.

Antes del mano a mano con Roca Rey, recogió el capote de paseo de 2023 como autor de la mejor faena de esa feria. El próximo año hará lo mismo con el de 2024. Foto: Arjona

-Cuaja al primero de la tarde, dos orejas, y su segundo le pega la cornada nada más empezar la faena de muleta. ¿Qué le pasó por la cabeza?

-En cuanto al primero, resulta bonito cuajar así toro que tiene esa obediencia, esa clase o esa calidad, pero no cabe duda que cuanto más preciso es el toro, más complejo lo hace. Tienes que tener las pulsaciones a cero, mucha más sensibilidad y también mas calidad para estar a la altura. Ya al segundo le hice ese inicio explosivo, en la segunda manoletina ya no ve el toro la muleta porque lo hice de perfil, como lo hacía Mondeño, la muleta quedaba muy retrasada y me coge. Luego me levanto, me aseguro que estoy bien y continúo la faena sin pensar otra cosa. Sabía que el toro tenía sus posibilidades, que me había cogido casi por accidente sin vincularlo a su condición, si bien más por mi apuesta. Me puse a cogerle el sitio y buscar las vueltas y poner profundidad para sacar provecho.

-¿Percibió la buena respuesta del público?

Sí, en todo momento, sabía que lo tenía, no sólo por ser de allí sino porque ya me han visto a un nivel similar en otras ocasiones. En los últimos cinco o seis años he tenido suerte y he podido cuajar varias faenas en Málaga. La tarde también se lanzó muy rápido y la pasión se fue desbordando. De hecho, el comentario que más me han hecho estos días atrás muchos aficionados es que hacía muchos años que no vivían una tarde así, se remontaban incluso a quince o veinte años atrás y eso es bonito. Por las circunstancias, se vivió una emoción que yo nunca había vivido así en una plaza de toros.

De rodillas o en la vertical, Fortes cuajó una tarde sobresaliente en Málaga. Foto: Arjona

-Las crónicas señalaban la tarde como, probablemente, la mejor de su vida

-No sabría decirle porque cada tarde es diferente. Es verdad que hay mucha unanimidad en lo que ha dicho. Yo, por ejemplo, no veo tanta diferencia honestamente en las faenas de esta tarde con otras, pero la unanimidad tanto de prensa como del aficionado sí que lo cantan así, como que han visto un plus más o mayor rotundidad. Me llegaron también comentarios de gente que había llorado en los tendidos emocionada incluso también en cuanto a las puntuaciones que determinan al triunfador, también indican mucha mayor diferencia, o unanimidad, respecto a otros años. Todo esto da una dimensión proporcional a lo que la gente cuenta. Se vivió con mucha intensidad y todos los factores ayudaron y sumaron.

-La tarde de Málaga brinda su último toro a Roca Rey, ¿qué le dijo?

-Fue un brindis de agradecimiento porque al fin y al cabo, todo venía ya por adelantado con una repercusión de peso porque toreaba con él, no era una terna habitual sino que era un mano a mano que siempre da mayor sensación de rivalidad. Yo quería en todo momento que la tarde fuera de acontecimiento, que fuera histórica, lo dije en todos los medios también los días previos y así ha sido. Lo único que le faltó a la tarde fue que a Andrés le hubieran servido más los toros y me hubiese acompañado en la salida a hombros.

-Y terminado Málaga, ¿qué espera Fortes?

-Al terminar la corrida tenía la sensación de tranquilidad, de haber cumplido conmigo mismo. Disfruté de la puerta grande, llego a la furgoneta a darle un beso a mis hijos y me voy para la enfermería. Ya una vez que despierto mantengo esa sensación de tranquilidad, pero también como que no serviría para nada, aunque tampoco me preocupaba la rentabilidad de la corrida, pero lógicamente cuando pasan los días sí que empiezo a creer que van a cambiar las cosas y que sí van a llegar esas oportunidades, no sé cuándo, porque hace cincuenta años habría podido torear veinte corridas a final de temporada pero ahora se hacen con mucha anticipación las ferias, y solo te queda casi poder coger alguna sustitución. Para el año que viene sí que cabe pensar que pueda venir todo algo mejor, siempre con los pies en el suelo.