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Fortes toreó en Sevilla con quemaduras de segundo grado

Un inoportuno y desafortunado accidente estuvo a punto de dar al traste con la presentación de Saúl Jiménez Fortes como matador de toros en Sevilla. El malagueño sufrió en la noche del pasado sábado un percance que le provocó “quemaduras de segundo grado en los gemelos, la corva y en los muslos”. Fortes relata de esta manera los acontecimientos: “Fue un accidente, me quedé dormido en un brasero, no me di cuenta, no sentí el calor y al parecer la tela del vaquero se calentó provocándome las quemaduras. Me metí en la cama y al cabo de una hora me desperté con un dolor insoportable. Me fui a urgencias donde me dijeron que me había quemado sin ni siquiera haberme dado cuenta. Allí me comentaron que este tipo de cosas pasaban más a menudo de lo que me podía imaginar”, recuerda Fortes antes de continuar: “El disgusto me lo llevé cuando me dijeron que no podía torear en Sevilla, que era imposible porque corría mucho riesgo de infección y que podría ser mucho más grave. Ahora todavía tengo que estar 30 ó 40 días así”.

El esfuerzo valió la pena. Jiménez Fortes cuajó una importante actuación y demostró la línea ascendente que viene marcando desde comienzos de año: “Estoy con la conciencia tranquila, di todo lo que tenía. Me presenté en Sevilla con el honor que esta plaza merece. Sevilla es un paso más hacia delante, pero para que lleguen los contratos y conseguir los objetivos que busco falta algo más… estoy seguro que en algún sitio nos embestirán”.

El malagueño recuerda así las sensaciones tras la faena al sobrero de Montealto que cerró la tarde: “Tuvo mucha emoción, lo dejamos sin picar para aprovechar la obediencia y la movilidad que tenía. Era la única manera de remontar la tarde. Aproveché las arrancadas buenas que tuvo por el pitón izquierdo. Pero por encima de todo, me quedo con la actitud de lo que quiero conseguir en mi profesión”, concluye.