Las ganaderías de El Tajo y La Reina empiezan a no ser desconocidas en el campo bravo. Ni en los mentideros taurinos, donde se habla mucho y bien del toro que cría Joselito. Y todo con el mérito añadido de haber sufrido hace cinco años un fuerte varapalo con la brucelosis que le obligó a sacrificar más de 350 cabezas de ganado, entre las que se encontraban los primeros frutos de una selección rigurosa y exquisita. Y es que a pesar de llevar como ganadero un cuarto de siglo, es en esta última década cuando José Miguel Arroyo ha tomado el rumbo exacto que le está llevando a parir un toro con personalidad.
“¡No sé cómo se me ocurre ir a las plazas grandes! Pero es allí donde ves que tu trabajo da sus frutos y la alegría es mayor si cabe”
“Quiero que el toro tenga transmisión, movilidad e importancia, pero que obedezca siempre y venga pendiente de la muleta”
“El toro perfecto será una mezcla entre los dos toros de San Sebastián y el sexto de Bilbao. Cualquiera hubiese sido semental”
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