García Pulido sufrió una dura voltereta cuando pasaba de muleta al quinto de Fuente Ymbro en la segunda novillada de la Feria de Otoño. En una de las tandas aguantó un frenazo tras el embroque, el utrero se orientó y le volteó. Sin mirarse, Pulido volvió a la cara de su oponente y concluyó por arriesgadas bernadinas. Tras dos pinchazos y estocada desprendida, saludó una ovación tras aviso.
Antes, exprimió a su primero cuajando una faena de categoría al natural. Fue tal la exigencia por bajo en lentos naturales que el novillo se desfondó. Esas embestidas de tanta profundidad transmitieron mucho. Lástima de una estocada baja tras pinchazo. Esos naturales eran de premio en Madrid.