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Impronta de Alejandro Marcos en un gris inicio de Otoño

Filiberto, única ovación tras una faena de buena actitud al cuarto. Cumplidor sin opciones el peruano Galdós.

GALERÍA FOTOGRÁFICA DE JAVIER ARROYO

Fotos: JAVIER ARROYO

Filiberto fue silenciado tras pasaportar al primero, un novillo de El Torreón bajo de raza y que no dio opciones al murciano. La faena se vivió entre las protestas del público por la poca fuerza del animal. No anduvo acertado tampoco el novillero de Calasparra con la espada.

El cuarto fue un novillo noble, que embistió con la cara alta y sin ninguna entrega pero con cierta movilidad. El de Murcia, molestado por el viento, hizo un esfuerzo y superó al animal y al vendaval con buena actitud dentro de una labor que contó con dos tandas de muletazos zurdos de cierta entidad. Conjunto en el que estuvo ajustado y valiente Filiberto. Mató de pinchazo y estocada caída y saludó la ovación del público.

El que hizo segundo fue un novillo noble y manejable pero desrazado y que embistió con la cara alta. Alejandro Marcos cumplió en una labor pausada, de buen trazo y armonía pero que se diluyó ante la falta de transmisión del utrero.

El quinto fue devuelto a los corrales por su poca fuerza y, en su lugar, saltó un sobrero de Dolores Rufino que resultó brusco, con genio, con movilidad pero descompuesto. Buena actitud de Marcos, muy firme y quedándose muy quieto por el pitón izquierdo en dos tandas buenas. Faena con emotividad, por el ajuste sobre todo. Emborronó su quehacer con los aceros y fue silenciado.

Joaquín Galdós no tuvo opciones con el tercero, otro animal desrazado y flojo al que intentó templar y sostener en la media altura el peruano pero la falta de transmisión condicionó una labor breve.

El sexto fue un novillo bien hecho pero deslucido. Noble, pero falto de raza y de fuerza. Labor cumplidora de Galdós, de empeño ante un novillo sin vida. Faena sin brillo. Pinchazo y estocada casi entera. Silencio.

Madrid, jueves 1 de octubre de 2015. Cinco novillos de El Torreón. Bien presentados, variados de hechuras, deslucidos en conjunto por su falta de raza y fuerza. Resultó noble y tuvo buena condición el 2º, aunque le faltó fondo. El 5º, sobrero de Dolores Rufino salido tras devolverse el titular por inválido. Con genio y descompuesto. Filiberto, silencio y saludos; Alejandro Marcos, silencio tras aviso en ambos; Joaquín Galdós, silencio en su lote. Entrada: Tres cuartos de plaza. Saludó Raúl Adrada tras banderillear al sexto. Bien con el capote toda la tarde Jesús González “Suso”.