VI CORRIDA MAGALLÁNICA

Intensa miurada con El Cid, Escribano y Esaú, a hombros en Sanlúcar

Juan Luis Adrada
domingo 18 de agosto de 2024
Bonita tarde que puso el triunfo en manos de los tres espadas en la Magallánica ante una corrida que dio el juego esperado, con buenos toros pero con su planteamiento de exigencia cada uno

Arranca la Corrida Magallánica en Sanlúcar de Barrameda con un espectacular ambiente, casi lleno en los tendidos, y con un cartel muy a tener en cuenta, El Cid, Manuel Escribano y Esaú Fernández para lidiar toros de Miura que han generado mucha expectación. Se ha guardado un minuto de silencio tras el paseíllo en recuerdo de la esposa de Diego Robles, recientemente fallecida.

Para muy poquito dio Lamparillo, Miura de 633 kgs, muy escaso de fuerzas y protestado por el público desde el tercio de varas. La presentación fue tan impecable como la escasez de fuerzas. El Cid apenas pudo casi ni probarlo porque se derrumbaba por las sales que dibujaban el albero. Escuchó tibias palmas el torero tras finiquitar al astado y nuevamente protestado el toro en su arrastre.

Jabaito, cuarto de la tarde, rompió a embestir en la muleta también humillando aunque sin excesivo recorrido pero sí con mucha entrega. El Cid lanceó de capa con gusto y redondeó una faena de mucho interés, toreando por bajo y alargando embestidas metiendo de lleno al público en la faena. Había que tapar mucho con la muleta porque ante los descuídos el toro no dudaba. De nuevo intensidad en el ruedo, buen toro de Miura y un torero que, con firmeza, supo entenderlo y cuajarlo. Anduvo certero con la espada y, ante una espectacular muerte del toro, cortó dos orejas que paseó triunfante.

Manuel Escribano lidió en segundo lugar a Tabernero, que tuvo lo suyo. Un toro que se quedaba a mitad del muletazo con la cara a media altura siempre y reponiendo al que supo sacarle provecho llevándolo a su altura e intentando taparlo siempre. No brilló en exceso la faena pero tuvo intensidad a los sones de “La Leyenda del Beso”. Bien es cierto que encontró más lucidez en el tercio de banderillas, ganándole la cara con mucho pundonor el de Gerena en los tres pares. Fue ovacionado el torero a la espera de ver qué ocurre en su segundo.

Manuel Escribano no quiso perderse la senda del triunfo y echó el resto con Fragoso, un toro que, aunque noble, tuvo dificultades pero con el que Manuel anduvo sobrado de facultades, de técnica y de estética, esta última cuando se lo permitía el toro. Lo bordó en banderillas con un último par al quiebro y al violín en paralelo a tablas y con la muleta toreando dándole los tiempos que el toro pedía y apretando cuando había que hacerlo. Le puso los muslos recortando terrenos y cerró con unas acertadas manoletinas. La espada cayó algo trasera pero que dio con el toro en el albero con prontitud y las dos orejas fueron a parar a manos de Escribano.

Bocarrubia acabó rompiendo en la muleta tras las múltiples complicaciones que planteó hasta ese momento cuando daba la sensación que iba a cazar moscas por el lado derecho. Esaú Fernández se mostró con absoluta disposición y se fue a recibirlo a portagayola para luego encontrar continuidad con la muleta. Tuvo que emplearse el diestro a fondo y sacó provecho cuando le echó la mano muy abajo para someter semejante embestida. Solvente y entregado Esaú, mató de media estocada y cortó dos orejas a un toro de Miura que fue ovacionado en el arrastre.

Cerró plaza Hablador, una mole de 667 kgs en tipo de Miura que anduvo justito de fuerzas y que puso al público algo a la contra ante la faena que planteó Esaú Fernández. Aunque respondía cuando lo llevaba por bajo, no había continuidad ni ligazón y tuvo que tirar del uno a uno el de Camas que, por momentos, puso la intensidad que faltaba al toro. Le fue buscando las cercanías en una faena larga que acabó con el respetable pidiendo que cogiera la espada. Se le enredó la suerte suprema y, con la puerta grande asegurada, cerró con palmas su actuación ante el sexto.

Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Domingo, 18 de agosto de 2024. Toros de Miura. Bien presentados, con cierta nobleza, sirvieron cuando se les hacían bien las cosas. Manuel Jesús “El Cid”, palmas y dos orejas; Manuel Escribano, ovación con saludos y dos orejas; y Esaú Fernández, dos orejas y palmas. Entrada: Casi lleno. Se guardó un minuto de silencio en honor de Charo Cordero, mujer de Diego Robles, fallecida recientemente. Al finalizar la corrida se entregaron los siguientes premios: Mejor puyazo, para Manuel Jesús Ruiz Román “Espartaco”; Mejor par de banderillas, Juan Manuel Raya; Mejor estocada, El Cid; y Triunfador de la tarde, por unanimidad, Esaú Fernández.

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