En el campo bravo coexisten ahora mismo dos dificultades, la enfermedad del mosquito y la escasez de toros. Preguntamos al ganadero Borja Domecq, propietario de Jandilla, en qué medida les afecta a ellos:
“Lo hemos sufrido, como todos creo yo, lo hemos pasado pero no sé en qué medida o número de animales. Cuando hemos ido a Francia hemos tenido que pasar analíticas y casi siempre salía alguno positivo, esos los hemos lidiado en España y no han tenido problemas. No sabemos cómo reaccionarán este año que viene, si han creado anticuerpos y son inmunes, esa incertidumbre sí la tenemos”.
En cuanto a la escasez de toros de la que se habla en el campo, los tiempos para 2024 se han adelantado y los encierros se están reseñando antes:
“Este año los empresarios han venido al campo antes que nunca, eso hace que los profesionales que se ocupan del tema tengan que afinar más. No es lo mismo ver un toro en octubre, que todavía no está rematado, a verlo en enero o febrero. Eso no quita que durante el año pueda una corrida tener algún cambio, pero sí, este año han venido antes que nunca. Es una alegría que vengan tan pronto a buscarte pero a veces es difícil con ese margen poder igualar las corridas”, finaliza Borja Domecq.
