(Foto: Guillermo Lorente)Antonio Puerta y Juan Leal, ovacionados.
Cumbre de Javier Jiménez con el cuarto novillo de la tarde en Calasparra. El animal era hondo, de generosa culata, montado por delante y de fondo claramente manso, pero de gran nobleza. Algo bueno tuvo, desde luego, cuando soportó un toreo tan por abajo, tan largo y tan ligado. Fue una faena imperfecta porque le tropezó a veces la muleta y hubo incluso un par de desarmes. Pero tuvo tanta intensidad, que la faena era de dos orejas clarísimas. Porque los muletazos buenos fueron abundantísimos, el temple denso, el valor macizo. Por las dos manos. Y esos enganchones a los que aludimos fueron por querer torear despacio. Hirvió la plaza con razón. Y la estocada, delanterita pero sin puntilla, pusieron en sus manos un triunfo incontestable. La vuelta al ruedo al novillo fue excesiva porque, pese a su bondad, quiso rajarse desde la tercera tanda. No le dejó Jiménez a fuerza de dejarle puesta la muleta y convencerlo con tacto pero también con contundencia. Sensacional. Dos orejones caros. Frente al primero estuvo muy dispuesto ante un novillo de tanto cuajo como mansedumbre. De salida marcó la querencia a chiqueros y amagó con saltar al callejón. Jiménez le hizo una apertura de faena a pies juntos dejándoselo pasar muy cerca y, tras una primera serie de toques seguros y exigencia por abajo, el novillo emprendió defintivamente la huida. Quiso más Javier y nada un novillo ante el que expuso más de lo debido.
Novillo de fuerte cuajo el segundo, badanudo y corto de cuello que resultó manso, deslucido y muy difícil. Antonio Puerta lo recibió con dos largas cambiadas de salida antes de dejar una faena de gran disposición y determinación. Al natural le robó el murciano un par de series en las que apostó mucho. Mató mal y a pesar de ello fue ovacionado. Silencio hubo en el quinto, serio, muy bien hecho. Derriba y siembra el caos. A punto de coger al picador dos veces. Problemático en banderillas, resuelve con dos pares yendo por delante el local Pascual Mellinas. De cierta claridad el novillo y más caliente que verdaderamente dispuesto Antonio Puerta. Cuatro pinchazos. Se echa el novillo. Silencio
El tercero, más reunido, de gran viveza, de listeza creciente y bravura menguante. Muy firme y dispuesto Juan Leal. El francés ayudó a romper al novillo en dos series de derechazos de extraordinario mérito ya que por el otro pitón repuso mucho y fue imposible. Novillo de trago con el que Juan Leal no se ahogó. Imposible el sexto, muy fuerte de hechuras pero de nula voluntad. Si tropezaba, se enfadaba y defendía con violencia. Si no, se aburría. Muy deslucido. Demasiado lo intentó Juan Leal, jugándose una voltereta absurda. Silencio
Calasparra, martes 4 de septiembre de 2012. Novillos de El Ventorrillo. El 4º, “Jugoso”, nº 50, premiado con la vuelta al ruedo. JAVIER JIMÉNEZ: Ovación con saludos y dos orejas; ANTONIO PUERTA: Ovación con saludos tras aviso y silencio; JUAN LEAL: Ovación con saludos y silencio. Entrada: Más de media plaza.
