COLOQUIO

Javier Núñez: “Pamplona es la plaza que me lo está dando todo”

Koldo Larrea
jueves 09 de marzo de 2023
El propietario de La Palmosilla ofreció una charla en el Club Taurino de Pamplona, justo el día en el que, setenta y cinco años antes, se fundó esta entidad

“Sólo ha habido una ganadería en la historia que, desde 1925 y hasta 1975, tuvo el fervor del público y de las figuras del toreo. Fue Conde de la Corte, que unió seriedad y calidad, calidad y bravura, bravura enclasada. Ese es mi ideal de ganadería. Para conseguir eso la plaza de Pamplona es fundamental. Es la plaza que a mí me lo está dando todo. El prestigio de la ganadería lo tengo que basar en Pamplona. Mi santo y seña será Pamplona siempre”, reconoció Javier Núñez, titular de La Palmosilla, en el Club Taurino de Pamplona, justo el día en el que, setenta y cinco años antes, se fundó esta entidad.

El ganadero gaditano, que estudió Derecho en la capital navarra, realizó un minucioso recorrido por las siete generaciones de ganaderos que le han precedido, desde el primero, Marcos Núñez Temblador, un adelantado a su época, hijo de hidalgo de Jerez del siglo XVIII, hasta su padre, José Javier Núñez Cervera: “Mi padre comenzó con la ganadería en 1996. Un hermano suyo nos cedió el hierro. Y así tenemos la ganadería en el lugar de donde somos originarios, Tarifa. Con la vocación de transmitir un legado comenzamos la ganadería, sabiendo que era la llamada de la sangre y con la sana ambición de ocupar un lugar destacado en la fiesta de los toros”, explicó el criador de bravo.

Recordó que, cuando estudiaba Derecho en Pamplona, su padre le llamó un día y le dijo que había comprado cincuenta y dos vacas a Juan Pedro Domecq. Le contestó que no le gustaba lo de Juan Pedro. Le insistió para que comprase ganado de la rama familiar de Osborne: “Pasados los años me dijo que la mejor compra era la que había hecho a Juan Pedro Domecq y tenía razón”, desveló Javier Núñez. Y así se formó la ganadería con reses de Juan Pedro Domecq y de Núñez del Cuvillo, que en la actualidad pastan en dos fincas: La Palmosilla, para las hembras, y La China, para los machos.

Preguntado sobre qué era para él Pamplona, fue claro: “Es mi patria chica. Mi familia tiene antecedentes navarros. Lo mejor de mi vida está ligado a Pamplona. Mis mejores amigos son de aquí. A nivel personal me une mucho. Cuando me llaman, no me cuesta ningún esfuerzo coger el coche y hacer los 1.080 kilómetros que me separan de esta ciudad. Aquí he sido feliz y quiero seguir siéndolo”.

La Palmosilla debutó en Pamplona en la Feria de San Fermín de 2019. Entonces, las figuras del toreo querían ver los toros destinados a la capital navarra. Actualmente, también. Pero no hay lugar para la imposición. En este sentido, Núñez fue tajante: “A Pamplona va a ir el toro que Pamplona quiera, no el que quiera el apoderado, el torero… Lo que quiero es hacerme un hueco entre la afición de Pamplona y para ello poner todo nuestro trabajo y traer una corrida de lujo”. Aseguró que estaba “eternamente agradecido a Pamplona. En septiembre, vinieron a mi finca los de la empresa de Madrid. Me pidieron una corrida de toros. Querían comprar los de Pamplona. Les dije que no, que para nosotros lo primero era Pamplona y así va a ser siempre”.

Asimismo, dedicó un tiempo de la charla a recordar los peores tiempos de la ganadería. Tras los fracasos en Madrid (2014) y Burgos (2015), llegaron los años duros: “La suerte influye pero hay que buscarla. Vistos a toro pasado, esos fracasos fueron lo mejor que me ha pasado en la vida. Tras lo de Madrid, nadie quería comprarme ganado. Absolutamente nadie. Sirva de ejemplo que en 2016 tuve que lidiar todo en la provincia de Cádiz y facturé la misma cantidad que la de Pamplona el año del debut. Remontamos con los triunfos de Sevilla (2018) y Pamplona (2019). Pero luego llegó la pandemia y su parón. Dos años sin lidiar, hasta 2022. Ese año, sólo me respetaron el contrato firmado en 2020 en Pamplona y en Azpeitia. No lo hicieron Sevilla, Málaga, El Puerto de Santa María y Dax”, se sinceró el ganadero.

Ya al final de su intervención, opinó sobre el encierro de San Fermín: “La exigencia obliga a preparar los toros. El encierro es positivísimo para ellos. El toro bravo hace un gran esfuerzo, sale frío a la plaza. Del ímpetu, se producen un montón de roturas fibrilares, que se traducen en cojeras. En Pamplona, esto no ocurre, el encierro les sirve de calentamiento”.

Javier Núñez espera lidiar siete corridas durante este año; concretamente en Badajoz, Pamplona, Azpeitia, quizá Dax en agosto, en septiembre Albacete y Nimes, y tres toros para Madrid, en la Feria de Otoño, en desafío ganadero, con lo que sobre de Pamplona.

Por último, antes de que comenzase la charla, cuatro socios que habían sido y eran presidentes del Taurino de Pamplona, posaron para las cámaras: Ignacio Usechi, el más veterano, Josetxo Gimeno, Juan Ignacio Ganuza y José María Sevilla, el actual.

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