José Tomás, única oreja de la tarde en la última de León

Juan Mora e Iván Fandiño, ovacionados en sus primeros turnos, fueron silenciados en los otros dos.

PARTE FACULTATIVO DE FERNANDO CASANOVA

GALERÍA FOTOGRÁFICA DE JAVIER ARROYO

VÍDEO RESUMEN DE LA ACTUACIÓN DE JOSÉ TOMÁS

VÍDEO RESUMEN DEL FESTEJO

José Tomás cortó la única oreja del festejo celebrado este domingo en León. Ninguno de los seis toros lidiados -de El Pilar y de Domingo Hernández- tuvo el empuje necesario para lograr el éxito y al final sólo el de Galapagar logró tocar pelo dentro de un festejo del que se esperaba mucho más. Juan Mora e Iván Fandiño, que completaban la terna ante una plaza llena en su totalidad, fueron ovacionados en sus primeros turnos y silenciados con los otros dos. La nota negativa del espectáculo llegó con la cogida del banderillero Fernando Casanova, que resultó herido y pasó por su propio pie a la enfermería.

José Tomás cortó una oreja del quinto, de Domingo Hernández, que cogió al subalterno Fernando Casanova por la zona del abdomen cuando trataba de clavar el primer par de garapullos, retirándose por su propio pie a la enfermería. José Tomás, con la muleta, hizo romper la faena y la tarde. Lo cuajó el torero en una labor con contenido por los dos pitones, destacando una serie de molinetes en cadena, de mano muy baja y toreando bien la embestida. Mató de media tendida y estocada trasera al segundo envite.

Antes, saludó una cerrada ovación tras lidiar al segundo. Destacó ya en el saludo capotero, instrumentando buenas verónicas y rematando con una media excelente. El toro, que flojeó durante su lidia, enfadó a la gente, pero con todo y con eso José Tomás fue capaz de armar faena poniendo con su toreo la emoción que no tenía el de El Pilar. Sí tuvo calidad el animal, tratándolo el torero con suavidad y pulcritud en una labor que resultó técnicamente irreprochable. Hubo muletazos sueltos excelentes, pero la faena en conjunto, carente de ligazón, no terminó de llegar arriba por la condición del animal. Hubo buena expresión en naturales a pies juntos ejecutados con media muleta. Mató de una buena estocada.

Abrió plaza un toro de El Pilar justo de fuerzas y de celo pero que embistió con clase. Juan Mora toreó con gusto y naturalidad, plasmando muletazos sueltos de bella composición, pero mediada la faena se echó el burel. Una vez de pie, lo despachó de media estocada en la yema, saludando la ovación del público.

Derribó al piquero el cuarto, que fue un toro con clase pero que duró muy poco en el último tercio. En la faena de muleta de Juan Mora hubo muletazos con el compás abierto, alargando el muletazo, muy apasionados, alternados con otros más desmayados; pero pronto, toro y faena se vinieron abajo.

El tercero, con el hierro de Domingo Hernández, descolgó bien de salida. Tras el quite de Iván Fandiño por chicuelinas y tafalleras, el de Orduña arrancó con dos pases cambiados por la espalda como muestra de sus intenciones. El toro respondió de primeras galopando con entrega, pero luego empezó a protestar y a defenderse hasta terminar parándose. Antes, le había atacado y exigido con su poderoso toreo el vizcaíno, que exprimió al animal, metiéndose entre los pitones en el final de la faena. Calentó al público el desplante final soltando la muleta, pero pinchó con el acero y se esfumó el triunfo.

El sexto, un entipado toro de El Pilar, puso en apuros a Iván Fandiño de salida. Brindó el vasco a José Tomás una faena de muleta que cuando comenzaba a ir hacia arriba terminó bruscamente cuando se derrumbó el toro. Fandiño no tuvo más remedio que abreviar ante las protestas del público. Mató de estocada entera y ligeramente desprendida.

Juan Mora vistió un vestido verde botella y oro; José Tomás lució un terno oro viejo y oro e Iván Fandiño un grana y oro.

León, domingo 22 de junio de 2014. Toros de Domingo Hernández (3º, 4º y 5º) y El Pilar (1º, 2º y 6º). Juan Mora, ovación con saludos y silencio; José Tomás, ovación con saludos tras aviso y oreja; Iván Fandiño, ovación con saludos y silencio. Entrada: Lleno. El público obligó a saludar a José Tomás tras el paseíllo. El de Galapagar invitó a sus compañeros a compartir la ovación, pero éstos declinaron y cedieron todo el protagonismo al madrileño. El festejo arrancó con casi diez minutos de retraso para que el público pudiera acomodarse en sus localidades.

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José Tomás, única oreja de la tarde en la última de León