De Venezuela a España en busca de un sueño. Ese podría ser el resumen vital de José Antonio Valencia, actual líder del escalafón de novilleros en su segunda temporada con los del castoreño. Su paso por las Ventas la tarde de su debut en la monumental madrileña le dejó un grato sabor de boca a pesar de un lote que no le dio demasiadas opciones, aun así, reconoce que “logré que me respetaran”. Ahora afronta un tramo final de año en el que podría incluso tomar la alternativa.
-¿Cómo está yendo la temporada?
-Los números están saliendo y los contratos también… Está yendo muy bien, tanto numéricamente como emocionalmente la estoy disfrutando mucho.
-A día de hoy es el líder del escalafón.
-Hoy estoy ya el primero -ríe-. La verdad es que estoy muy contento por lo que estoy pudiendo vivir.
-Su paso por Madrid dejó poso en los aficionados, aunque no pudo terminar de romper ninguna de sus dos faenas.
-Fue un sueño, porque todo el que comienza el camino de ser torero quiere ir a Madrid. Mi sueño desde que empecé era poder ir a Las Ventas. Tuve la mala fortuna de que ninguno de mis dos novillos me ayudó, pero quise mostrar mis ganas. Disfruté mucho de la tarde.
-¿Cómo vivió los días previos al paseíllo de su presentación en Las Ventas?
-Muy intensamente. Fueron muchas noches sin dormir, incluso el día de antes me entró fiebre, pero como digo, fue una tarde en la que disfruté de Madrid y de torear en Las Ventas. Feliz de haber podido pisar esa plaza y, por supuesto, esperando poder pisarla muchas más veces.
-Gustó mucho su concepto en Madrid a pesar del juego de los animales…
-El sueño de todo torero es abrir la puerta grande de Madrid, pero sobre todo tenía claro que a lo que iba era a ganarme el respeto de la afición. Los tendidos de Madrid son entendidos y exigentes, y creo que logré que me respetaran. La verdad que me fui contento por ello.
-Con todo ello, le faltó un puntito a la tarde para terminar de romper hacia delante ¿Qué le pudo faltar?
-La tarde la verdad que estuvo muy agradable. Alejandro, por ejemplo, se pudo expresar y la gente se volcó con él. Yo creo que a nada que hubiesen ayudado un poco los novillos creo que la tarde hubiese levantado el vuelo. La verdad que la gente estuvo muy agradable con nosotros. Lástima que mi lote no embistió.
-Volviendo la vista atrás. ¿Cómo se gestó su salto de Venezuela a España?
-Siempre he querido ser torero, pero allí tenía las exigencias de la casa, de estudiar y mi padre siempre me ha exigido para cumplir con lo que debía. Luego la situación del país no es segura, no es un sitio para vivir, para crecer y una vez que pisé España empecé a buscar mi camino.
-En ese espacio de tiempo, se cruzó en su camino Domingo Siro.
-Lo encontré por mediación de Dani Duarte y la verdad que nos hemos entendido muy bien. Hemos encajado bien y estar rodeado de un profesional de su talla, imagínate. Para mí que estoy empezando, poder estar rodeado de este tipo de personas, la verdad que es un lujo.
-En este camino que están andando, ¿qué objetivos se han marcado?
-El objetivo es seguir sumando fechas, seguir trabajando, mejorando y puliendo detalles de cara a una futura alternativa.
-¿Se ve ya en el horizonte esa soñada alternativa?
-Algo se habla… podría ser esta temporada.
-Ya para cerrar, pregunta obligada. La despedida de El Juli, una de las noticias de la temporada.
-A mí me cayó como un jarro de agua fría. Yo cuando empecé a querer ser torero, lo que en el fondo quería era ser como el maestro Juli. Es el referente de la gran mayoría de los toreros de mi generación y de otras tantas generaciones. Que se vaya un maestro de su talla se va a notar.
