(Foto: Araceli Aliseda)Enrique Ponce: “Lo del presidente ha sido un malentendido. Me ha dado una oreja, pero la faena para mí era de dos”.
José María Manzanares afirmaba a los micrófonos de nuestros compañeros de Aplausos Radio sentirse muy contento tras cortar las dos orejas al tercer toro de El Pilar en Huesca. “Estoy feliz, lo malo es que la gente no mostrara su cariño. He apostado por el toro, apenas lo he picado porque los otros dos estaban saliendo justos. Había que tratarlo con suavidad y darle sus tiempos para que se recuperara pero ha tenido una clase tremenda. Lo he toreado a media altura, eso era fundamental, porque en cuanto le bajaba la muleta perdía las manos y lo acusaba. Aun así ha sido un toro franco y noble y sobre todo con mucha clase. ¿La espada? Gracias a Dios sigue la cosa bien”.
El Fandi fue el otro gran triunfador del festejo al cortar las dos orejas del quinto. El torero hacía el siguiente balance: “Mi primero ha durado un suspiro y el otro ha tenido muchas teclas que tocar, ha sido reservoncete y embestía acordándose de lo que se dejaba detrás. He tirado de variedad y recursos para llegar arriba. Desde que he salido he mostrado buena actitud, queriendo agradecer a la gente su presencia. Con lo que cuesta ver una plaza así, debemos intentar que al menos el público salga contento”.
Enrique Ponce, por su parte, expresaba sobre la polémica vivida con el presidente en el cuarto capítulo del festejo: “Ha sido un malentendido. Al principio ha echado para atrás al toro, que se había acalambrado tras dar cuatro o cinco vueltas al ruedo pero que creo que habría aguantado porque tenía calidad y ya se había recuperado prácticamente. Luego, con el tema de la oreja en el sobrero, yo he visto como el resto del público el pañuelo blanco fuera, por eso nadie entendía que de repente dijera que no había cortado ninguna oreja. Luego me han dicho que el pañuelo estaba fuera desde que me había mandado el aviso, pero después al menos el presidente ha rectificado y ha premiado una faena que para mí era de dos trofeos, por lo menos si el toro hubiera caído antes”. Sobre al astado, decía: “El toro era muy difícil, le he tapado todos los defectos, era un toro listo, con la cara arriba, pero lo he llevado siempre pulseado, templado… Ha sido una faena muy para aficionados. Ya digo, para mí de dos, pero posiblemente ha influido que la gente estuviera merendando”.
