Foto: Javier Arroyo-¿Qué porcentaje de satisfacción le han dejado los carteles de este año?
-Estamos satisfechos al 100 %. Hemos confeccionado una feria con figuras, con toreros consolidados y con toreros emergentes que merecen estar en Pamplona. Más allá de lo obvio -se refiere a los principales toreros del escalafón-, a mí el cartel de la corrida de Fuente Ymbro -Miguel Ángel Perera, Daniel Luque y Ginés Marín- me encanta, me parece un cartelazo. Luego hay toreros como Del Álamo, Borja Jiménez o Adrián de Torres para los que esta feria es un gran escaparate. O el cartel de La Palmosilla, al que dimos muchas vueltas dado el éxito del año pasado pero llegamos a la conclusión de que la mejor idea era repetirlo. A mí aquella corrida me encantó por la alegría, el galope, la movilidad, por lo encastada que fue, todavía guardo en la retina la salida a hombros con la muchedumbre siguiendo a los tres toreros desde el callejón del encierro a la avenida Carlos III, iban flotando entre el gentío. Y qué decir del cartel de rejones, si hace treinta años nos dicen que vamos a anunciar a tres jinetes navarros, no nos los creemos ninguno. Si nos hubieran dicho que eran de Jerez, pero navarros a caballo… -ríe abiertamente-.
-Alguna espinita en forma de ausencia tendrán…
-Todos los que están son, pero no cabe duda de que hay algunos que son y no están. Diego Urdiales, Paco Ureña, Sebastián Castella, Manzanares, aunque no es muy de Pamplona… La feria tampoco da mucho más de sí, no se puede estirar como un chicle.
-La feria de este año, como la anterior, se sostiene sobre Roca Rey.
-Fue el triunfador en 2022 y no hay duda de que es la piedra angular de San Fermín. Es la principal figura del momento. Encaja muy bien en todas las plazas, pero en esta especialmente, diría que es una de sus plazas de hecho, por su manera de estar, de torear, de arrastrar al público a verle. Es un torero que lleva a gente joven, que es fundamental para las ferias. En Pamplona han triunfado toreros de todos los conceptos, no solo los de valor y arrojo, como podemos encajar a Roca Rey, aquí han sido ídolos toreros como Emilio Muñoz, Ordóñez, Camino, Viti, toreros de un corte clásico.
-Quien también le ha cogido el gusto a Pamplona es Morante.
-Es un fenómeno. El año pasado tuvo el detalle generosísimo con la Casa de Misericordia de donar el montante económico del Premio Nacional de Tauromaquia, que este año nos lo han otorgado a nosotros. Con lo cual, tenemos la inmensa suerte de haber ligado dos premios seguidos, al menos económicos. El año pasado estuvo sensacional, es un torero inclasificable. Hablando de gestos, no me quiero olvidar de Antonio Ferrera, que mató seis toros de Miura y donó sus honorarios. Fue un gesto de torero en un momento clave para nosotros.
-Viendo los carteles, se intuye que se trata de una Feria del Toro con un presupuesto alto.
-Así es, la feria tiene un presupuesto alto, de alrededor de 4,4 millones de euros. Un 60 % por ciento va para los toreros y el resto para las ganaderías. Respecto al año pasado se ha aumentado un 5 %.
“La feria tiene un presupuesto alto, de unos 4,4 millones. Un 60 % por ciento va para los toreros y el resto para las ganaderías. Se ha aumentado un 5 % respecto a 2022”
-Finalmente habrá televisión en Pamplona. ¿En algún momento ha pensado que no se retransmitiría la Feria del Toro?
-Hemos estado siempre tranquilos. La iniciativa de televisar o no ha de partir del operador de turno. Al principio es cierto que no nos decían nada, de ahí que tomáramos nuestras medidas que fue pensar una feria con y otra sin televisión. La retransmisión de los toros es fundamental. San Fermín es la feria más internacional y el carácter universal de la nueva plataforma ayuda a fomentar y a extender el mundo del toro.
-¿El acuerdo es para este año únicamente?
-Así es. El año que vienen se negociarán otra vez las condiciones.
-¿Por qué no se televisarán ni la novillada ni el festejo de rejones?
-Porque a la plataforma no le interesaba ni la novillada ni la corrida de rejones. La oferta de la televisión incluía únicamente las corridas de toros.
-La Feria del Toro es el principal sustento económico de la Casa de Misericordia, pero no el único. El encierro comienza a dar beneficios.
-Cualquier acto que dé superávit es una alegría y desde la MECA nos produce un gran respeto. Hasta hace cuatro años, el encierro era deficitario, luego se igualó y ahora se comienza a ganar dinero pero tampoco una cantidad para volverse loco. Ojalá que este camino se consolide y siga creciendo. En los últimos años hemos buscado las vueltas, a veces sale bien y otras no tanto. Hay que tener en cuenta que la organización del encierro es carísima. Nosotros asumimos los gastos de los toros -hay encierros en los que se estropean toros-, luego el vallado, los sesenta señores del montaje y desmontaje, los pastores, los cabestros, los seguros… es el espectáculo de mayor atracción popular, pero con costes muy altos. Ahora, alrededor del encierro se organizan una serie de espectáculos musicales, de bailes, circenses, las cámaras de televisión que juegan con el público, las pantallas gigantes, las vaquillas, hemos intentado hacer un espectáculo previo que atraiga a la gente, de hecho el público del encierro ha cambiado, ahora es mucho más familiar que antes, y los resultados nos han dado la razón.
-Bendita locura esta de San Fermín, José María.
-Bendita, bendita… el toro es el eje fundamental en el que descansan las fiestas de la ciudad. Eso es así le pese a quien le pese. En Pamplona, por las instalaciones de la plaza de toros -las corridas, encierros, los espectáculos populares, los apartados, las visitas a los corrales del Gas…- pasan 400.000 personas cada año, que se dice pronto.
