El recuerdo que guarda José Miguel Arroyo “Joselito” del maestro Dámaso González es muy próximo, puesto que fue el torero manchego quien le dio la alternativa en Málaga, un 20 de abril de 1986 siendo el testigo Juan Mora con toros de Carlos Núñez. Aquel día Joselito lo recuerda como si fuera ayer y así lo comenta. “El día de la alternativa el maestro Dámaso me dio muchos ánimos en el patio de cuadrillas. Se me acercó y me comentó que me había seguido y que le parecía un chaval con posibilidades. La verdad es que aquello fue una muestra de mucha cercanía que a mí me dio mucha moral para afrontar ese día en el que iba a convertirme en matador de toros. Después tuve la oportunidad de compartir cartel con él a final de temporada y recuerdo que fue una corrida de Passanha muy dura… Sé que ese día le comentó a su hermano Julio que me veía cualidades, que me veía peligroso, con pinta y proyección de buen torero, que me veía muchas condiciones”.
En lo personal, Joselito vio en el maestro manchego “un espejo en el que me he mirado muchas veces. Es un hombre al que he admirado como persona porque era sencillo, desprendido. Siempre que organizaba cosas benéficas en Albacete, como por ejemplo para el Cotolengo, lo hacía de verdad, porque le nacía, porque quería. Ha sido siempre un hombre con mucha clase, auténtico, de los de hacerlo todo de verdad, con sinceridad, una persona maravillosa”.
El torero madrileño, además, no duda en destacar la importancia de Dámaso González como torero y afirma con rotundidad: “Fue uno de los más valiente que he visto. Fue el antecesor de Paco Ojeda. Con la mano derecha ha sido el más poderoso de todos los que he visto, con una quietud pasmosa. Se ponía en un sitio donde dominaba al toro con mucho temple y poder, haciéndolo pasar por sus terrenos. Yo creo que él fue el eslabón anterior a lo que después fue Ojeda. Aportó una quietud y un sitio en el toreo que hasta ese momento no se había visto nunca”.
