FERIA DE SANTA ANA

La autoridad de Perera y la maestría de Ponce cautivan en el inicio de Roquetas

Los aceros limitan el premio de Talavante a una oreja
Juan Aguilera
sábado 18 de julio de 2015

GALERÍA FOTOGRÁFICA DE GONZÁLEZ ARJONA

Buena tarde la vivida en la primera corrida de la Feria de Roquetas de Mar, en la que los toreros supieron aprovechar y potenciar las virtudes de un encierro de Alcurrucén que no acabó de entregarse.

El gran triunfador de la tarde fue Miguel Ángel Perera, que dio un serio golpe de autoridad. Perera gustó al público de Roquetas, que disfrutó con la quietud, mando y poderío del extremeño ante un sobrero, el primero lo devolvieron por su manifiesta endeblez, que manseaba y apuntaba con rajarse, pero lo metió Perera en el canasto. Faena en terrenos de cercanías, de inspiración ojedista. Estocada algo desprendida y dos orejas.

De nuevo Perera volvió a dejar patente su dimensión de torero de raza, carácter y dominio en el quinto. La faena a su segundo fue todo un compendio de autoridad en los medios de la plaza. Su quietud y conocimiento para ligar tandas templadas, levantaron pasiones en los tendidos. Dos orejas.

La maestría y belleza del toreo llegó con Enrique Ponce. Paseó el primer apéndice de la tarde ante un alcurrucén manejable pero al que le faltó transmisión. Muy bien el valenciano, que supo darle al toro el tiempo justo y embebió con temple sobre la diestra. Profundos resultaron después los naturales.

Su maestría enamoró ante el cuarto. El valenciano realizó una faena técnicamente perfecta y visualmente preciosa. Poco a poco metió al alcurrucén en el canasto para acabar toreándolo en una faena de mucho sabor. Una delicia. Estocada hasta la bola y oreja con petición de la segunda.

Si Talavante no salió a hombros con sus compañeros fue por culpa de los aceros. Malogró con la espada una importante labor en la que hubo toreo de calidad por parte del extremeño, que entendió a su oponente de Alcurrucén. Hubo algunos naturales realmente buenos. Pinchó hasta tres veces antes de dejar una estocada.

Supo sujetar muy bien al sexto, un toro abanto aunque manejable al que llevó en muletazos largos, llevando el viaje de la embestida hasta detrás de la cadera. Buena la faena del extremeño, que estuvo muy inspirado en todo momento. Pinchazo y estocada. Oreja.

Roquetas de Mar. Sábado 18 de julio de 2015. Toros de Alcurrucén, bien presentados pero de juego desigual, sin fijeza, abantos y desclasados pero manejables para los toreros. Enrique Ponce: Oreja en ambos; Miguel Ángel Perera: Dos orejas en ambos; Alejandro Talavante: Ovación y oreja. Entrada: Casi lleno.

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