Este lunes ha sido homenajeado Manuel Díaz “El Cordobés” por parte de la Comunidad de Madrid. El acto ha tenido lugar en el edificio de la Real Casa de Correos, ubicado en la madrileña Puerta del Sol y sede del gobierno autonómico.
Ha sido Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, quien ha entregado a El Cordobés una estatuilla en reconocimiento a su trayectoria profesional. Tras treinta años en los ruedos como matador de toros, el ejecutivo madrileño ha querido reconocer la trayectoria en en todo el mundo del torero de dinastía y nacido en Arganda del Rey.
Además del agradecimiento por parte de El Cordobés en su turno de palabra, el diestro madrileño ha afirmado que “ser torero es algo distinto, es una hazaña para muy pocos elegidos. Yo siempre que me he vestido de luces lo he hecho en homenaje a esas personas que lo han intentado y no han llegado, que han estado vestidas de plata detrás mía y que pensaban que yo era un privilegiado por estar vestido de oro, ellos no eran menos por no llevar los alamares que yo llevaba. Son toreros igual que yo”. También ha tenido un emotivo recuerdo para su abuela Dolores, quien puso la semilla de su afición y a toda su familia.
El diestro ha repasado sus inicios, asegurando que ha habido de todo “como en la vida”, y que “después de pasar muchas calamidades, un día me encontré a un apoderado sevillano, Paco Dorado, que me firmó un contrato en una servilleta de un bar, me gasté las mil pesetas que me quedaban en invitarle a tomar una cerveza. Me puso en una novillada en Ayamonte y a partir de ahí surgió El Cordobés que está hoy aquí”.
Recordó su alternativa en Sevilla, junto a Curro Romero y Espartaco un Domingo de Resurrección, “ese día tampoco rodaron las cosas como tenían que haber rodado”, afirmó El Cordobés, “parte de mi cruzada como torero era defender la palabra de una madre, me convertí en estandarte de defensa hacia lo más sagrado que hay en esta vida, que es una madre. En la única persona que puedes confiar a ciegas en esta vida es en tu madre, ni en tu padre puedes confiar, eso os lo digo yo que lo sé de sobra, aunque ahora todo se haya arreglado”, bromeó el diestro.
Sobre el toreo, su profesión, el torero ha dicho que “esto es una lucha digna, donde un hombre se enfrenta a un toro y tienes que estar dispuesto a perderlo todo por lanzar la moneda al aire una tarde. Ha habido compañeros que han caído hace poco, como Iván Fandiño y Víctor Barrio, y que han estado dispuestos a dejar su vida por defender la del toro bravo, por defender una forma de vida, una cultura, por amar a un animal, una profesión… los toreros siempre hemos estado dispuestos a eso. Eso honra y engrandece nuestra profesión”.
También se dirigió a Díaz Ayuso: “Nos honra que haya una presidenta como tú que defiende los toros y a los toreros como lo haces tú, Isabel. A esa gente que ha dejado su vida no se la puede olvidar”.
Para terminar, El Cordobés tuvo palabras de agradecimiento a quien se lo ha dado todo, “estoy muy agradecido al toro, me sacó de las calles y me ha convertido en el hombre, padre y esposo, con todos mis fallos, que soy. Me marcó un camino, el de ser fiel a algo, a un estilo de vida, un compromiso diario. El mundo del toro me ha enseñado a conocerme como persona y como hombre”.
Por su parte, Isabel Díaz Ayuso afirmó: “Madrid es taurina, apoya, fomenta y trabaja para darle al mundo del toro el lugar que merece, y lo hacemos porque creemos en la libertad y tenemos la inmensa fortuna de albergar la primera plaza de toros del mundo. Seguiremos cuidando de él y de sus gentes”, enfatizó.
