Enrique Ponce recibió con sedosas verónicas al cuarto de Juan Pedro Domecq. Un toro armado, hondo, con cuajo. Descolgó en el capote del maestro de Chiva, que lo meció. Lo cuidó en el caballo. Gran par de Fernando Sánchez, que tuvo que saludar en el tercio. Ponce brindó al público una faena de embroque e inteligencia. En el rítmico inicio hubo un trincherazo de categoría. Comenzó construyendo la obra sobre el pitón derecho, con reunión en los muletazos. De mitad de muletazo en adelante le costaba al noble Requiebro.
Por el izquierdo le recriminaron la colocación y buscó el pitón contrario dando el pecho en naturales templados. Por el derecho no rompió ya más el toro. La solución: tres poncinas que enloquecieron. Unos últimos naturales desmayados, como apurando los últimos sorbitos de Madrid. Al toro le había faltado fondo para que la obra alcanzara cante grande pero el maestro de Chiva rubricó la faena de una gran estocada que desbocó la pasión del adiós. Dos orejas tras aviso.
El segundo, de Garcigrande, abría la cara en su armónica hechura. Enrique Ponce lo lanceó dispuesto. En el tercio de varas se partió el pitón izquierdo, más allá de la vaina. Se protestó mucho pero como el reglamento no contempla las devoluciones de lesiones sufridas durante la lidia, el presidente no atendió a presiones. Ponce se dobló con él pero tuvo que abreviar. Pinchazo y estocada baja. Dos golpes de descabello. Silencio.
Cerró la tarde un toro de Juan Pedro Domecq aplaudido por su presentación. Samuel Navalón lo recibió con airosas verónicas. Brindó al público. Empezó la faena en los medios con un farol de rodillas en el que el pitón recorrió la hombrera. El toro era algo descompuesto y falto de recorrido. No le importó a Navalón, que fue ahondando en el fondo agradecido del toro. Logró naturales de categoría, empujando mucho la embestida. Recibió un volteretón al ponerse muy de verdad sobre el pitón derecho. Alargó en exceso pero logró emocionar con un final por bernadinas de mucha exposición. Estocada. Oreja tras leve petición de la segunda.
Samuel Navalón se fue a la puerta de chiqueros para recibir al toro de su confirmación de alternativa. Tuvo que esperar mucho en la larga cambiada que vino acompañada por varias verónicas en las que el toro colocó bien la cara en sus embestidas. Derribó al caballo en el primer encuentro. En banderillas fue complicado. Demasiados capotazos en la lidia de Andrés Revuelta. En la faena de Samuel Navalón le costó al toro romper quizá por los terrenos escogidos, en los medios. Navalón insistió sobre el pitón derecho, cogiendo bien la cara. El toro repetía ante el ataque de la muleta. Le costaba más desplazarse por la izquierda. Se fue diluyendo la faena tras dos primeras tandas esperanzadoras. Pinchazo, estocada y dos descabellos. Saludos tras dos avisos.
El tercero del hierro salmantino fue más altote que sus hermanos, muy astifino, saliendo muy suelto al ruedo. Un toro que no se empleó en el capote de David Galván. Tampoco en su paso por el caballo. No fue fácil en banderillas. Resolvió la cuadrilla. Galván empezó por estatuarios, muy quieto. Pasándose cerca la embestida. Se terminó demasiado pronto el toro, que fue acortando viaje dentro de su humillación. Estocada trasera y tres golpes de descabello. Saludos tras aviso.
El quinto, de la divisa sevillana, fue un toro fino, acapachado y alto. David Galván manejó bien el capote aunque la plaza seguía recreándose en la despedida de Ponce. Buen quite por chicuelinas de Samuel Navalón. Galván brindó al maestro valenciano. La faena no cogió vuelo. Galván se impuso con toques fuertes y el toro se afligió demasiado pronto. Dos pinchazos y estocada. Silencio.
Las Ventas. Sábado, 28 de septiembre de 2024. Toros de Garcigrande (1º, 2º y 3º) y Juan Pedro Domecq (4º, 5º y 6º). Enrique Ponce, en su despedida de Madrid, silencio y dos orejas tras aviso; David Galván, ovación tras aviso y silencio; y Samuel Navalón, que confirmaba alternativa, ovación tras dos avisos y oreja tras leve petición de la segunda. Entrada: Casi lleno. Fernando Sánchez se desmonteró tras parear al cuarto. Enrique Ponce se despidió de Madrid con el toro Requiebro, de Juan Pedro Domecq, Nº 70, colorado ojo de perdiz, de 570 kgs., de 12/18 y Samuel Navalón confirmó alternativa con el toro Misterioso, de Garcigrande, Nº 124, negro listón, de 624 kgs., nacido en 01/20. Asistieron la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y el Consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la CAM, Carlos Novillo.