FERIA DE OTOÑO

La eterna pureza de Diego Urdiales en la gran tarde de Fuente Ymbro en Madrid

El riojano cuaja una actuación antológica y Ricardo Gallardo lidia una corrida de nota alta; Octavio Chacón firma una seria actuación con el lote más difícil
Gonzalo I. Bienvenida
domingo 07 de octubre de 2018

Fotos: JAVIER ARROYO

La última tarde de la Feria de Otoño se inauguró con un astifino toro de Fuente Ymbro. Ofensivo desde sus finas cepas hasta su ancha testuz. Muy serio. Diego Urdiales lo paró el clasicismo de sus muñecas por verónicas genuflexas. Llevando la embestida con decisión y ritmo. Las verónicas siguientes también tuvieron compas y la media arrebatada. Las chicuelinas al paso fueron fruto de otra época. Lo dejó crudo en el caballo apostando por lo bueno apuntado. En el quite de Octavio Chacón se vio su rectitud por el pitón derecho. El viento molestó en el incio de la la paciente obra. La cadencia se unió al mando, los trincherazos marcaron la categoría del arranque. El de Fuente Ymbro no regaló nada, exigiendo colocación y aguante en todo momento. Urdiales expuso, encontró el sitio y firmo naturales aislados llenos de profundidad. Preñados de temple. Los remates del final terminaron de sellar la honda huella del toreo de Urdiales. La estocada en todo lo alto y la bella muerte del toro de Fuente Ymbro abocaron a la oreja tras dos avisos.

Octavio Chacón se jugó la vida con el agresivo segundo de Fuente Ymbro. Un toro bajo, hondo y astifino que fue desconcertante en los primeros tercios. Ni acometió a los capotes ni se dejó pegar en el caballo. Los arreones fueron siempre a media altura. Octavio Chacón inició la faena con la rodilla en tierra. Había que poder al toro para después intentar torearlo. La movilidad no escondió la aspereza de la embestida. Ya en la segunda tanda se lo quiso echar a los lomos abriéndole la banda debajo del gluteo. Por el izquierdo parecía desplazarse más, pero sólo fue la inercia. También se volvió sobre las manos del mismo modo que por el derecho. Los agrios pulsos los resolvió Chacón a base de hombría. De nuevo resulto cogido con la mano izquierda cuando se le quedó por debajo y en un certero derrote le levantó los pies del suelo. Actuación de torero macho la del gaditano. Meritoria oreja tras estocada desprendida y efectiva.

El tercero fue un toro ideal para Madrid por su plaza y al mismo tiempo por sus buenas hechuras. Descolgó desde la primera toma de contacto con el capote de David Mora. Jaleó la plaza el ramillete de verónicas. Fue en el caballo donde se vio su franqueza y en el experimentado capote de Carretero donde se descubrió su profunda humillación. David Mora se dio cuenta de las virtudes del fuenteymbro y brindó al público. Entonces se empezaron vislumbrar el completo conjunto de cualidades: alegría, fijeza, ritmo, humillación, transmisión. David Mora se vio por momentos desbordado. Hubo muletazos largos en la faena pero no se reunió el acople necesario para cuajarlo. Se le recriminó quedarse al hilo. A última hora quiso quedarse más erguido pero la plaza ya había tomado parte por el gran toro de Fuente Ymbro. Con la espada no lo vio. Pitos a Mora mientras que ‘Laminado’ fue arrastrado entre una unánime ovación.

Diego Urdiales bordó el toreo en el cuarto. Cortó dos orejas rotundas de Madrid. En los primeros tercios no se había definido el bastito toro de Fuente Ymbro. La acodada cara se descolgó suave en el embroque cada vez que Urdiales entregó su pureza a Hurón. En un derechazo en redondo el toro mostró toda su calidad. Madrid entró en la faena vibrando a partir de ese muletazo. Con la izquierda echó la muleta al morro con toda la suavidad y muy de verdad. Hurón la tomó por abajo con temple para cuajar tres series antológicas. La torería emergió de la raíz más profunda del sentimiento de Diego Urdiales. Qué forma de torear. Sublimó los remates toreros por abajo, los pases del desprecio, las trincherillas, los kikiriquís… Madrid enloqueció con su pureza eterna. Dos orejas y dos vueltas al ruedo llenas de emoción. Se pidió la vuelta al ruedo a Hurón por su calidad y por premiar al corridón de Gallardo.

El quinto fue la nota discordante en un interesante conjunto. Manseó desde su frenada salida. En un arreón se llevó por delante a Octavio Chacón. Embistió con oleadas llenas de genio. El gaditano no volvió la cara en ningún momento en una aguerrida labor.

Se devolvió el sexto al partirse la pata izquierda y en su lugar saltó el sobrero de Joselitocon el hierro de El Tajo que fue irregular en sus embestidas. David Mora le cogió la altura a la embestida y aprovechó que iba y venía. Silencio.

Madrid. Domingo 7 de octubre de 2018. Toros de Fuente Ymbro, bien presentados, de buen juego a excepción del áspero 2° y el geniudo 5°. Extraordinario el 3°; exigente pero con buen fondo el 1° y enclasado el 4°. El sobrero de El Tajo, lidiado como 6º bis, irregular. Diego Urdiales, oreja tras dos avisos y dos orejas y dos vueltas al ruedo; Octavio Chacón, oreja y ovación con saludos; David Mora, pitos y silencio. Entrada: Más de tres cuartos.

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