El 15 de mayo de 1979 se lidió en Las Ventas un toro de bandera. Atendía por Capitán, portaba sangre santacoloma en sus venas y estaba marcado a fuego con el hierro de Hernández Pla. Su excepcional bravura fue distinguida por todos los jurados y a día de hoy aún se recuerda su ejemplar pelea en varas.
Alfonso Galán, hermano del recordado Antonio José Galán, recibió una escueta ovación y la crítica en general le reprochó no haber aprovechado la gran oportunidad de triunfo que pasó ante él aquel día. “Ya hay un nombre para la historia de esta feria. Un toro de Hernández Pla, un Santacoloma, llamado Capitán. Un toro de tremenda casta, clase y nobleza”, escribió en Aplausos Manuel Molés.
“Su primer envite en el caballo fue apoteósico. Acudió de largo, con alegría, metió los riñones, empujó, derribó al caballo, desmontó al picador (éste siguió manteniendo la vara primero desde el estribo y luego a horcajas sobre la barrera) y durante dos minutos apretó con codicia y gran fijeza a un solo punto del peto. Todo un espectáculo. Todo un derroche de buena sangre, de casta admirable. Al final tuvieron que colearlo para que finalizara su tensa y prolongada pelea de toro bravísimo. Le pegaron una barbaridad y admitió con raza la segunda y larga vara, llevándose al caballo hacia los terrenos contrarios de chiqueros en una demostración más de su casta. Hacía muchos años que no se veía una pelea tan impregnada de bravura. Y luego, además, Capitán resultó excelente para la muleta del joven y voluntarioso Galán II, el hermano mejor de Antonio José, que no lo aprovechó como debía”, señaló Molés.