La espina

La tonta de la pandereta

Paco Mora
domingo 08 de abril de 2012

Aburre observar cómo se insiste en paliar el fracaso de una corrida de toros con la cantinela de la clase o la calidad para tratar de tapar la falta de casta/fiereza, bravura o fuerza y en ocasiones de las tres cosas. “Lástima, porque tenía una gran clase”, se suele reflexionar demasiado a menudo, tras el arrastre del infumable marmolillo, con una ausencia de intención crítica digna de la madre Teresa de Calcuta. Hasta se le adjudica calidad a una babosa que sigue la muleta sin vitalidad ni casta alguna, en un viaje cansino como dirigido con mando a distancia, y eso no es un toro bravo; es la tonta de la pandereta. Y no es eso, no es eso. Cuando un toro no vale, pues no vale y en paz. Otra vez será. Se habrán quedado los buenos en la ganadería y ya saldrán otro día por los chiqueros de otra plaza.

Lea el artículo completo en su revista APLAUSOS

Síguenos

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando