Por Álvaro Núñez

Lo que sobra de José Tomás o el azar

Álvaro Núñez
martes 20 de abril de 2010

Nos han preguntado bastantes aficionados en las últimas semanas en qué consiste eso que han oído acerca de que nuestra camada se divide…

Nos han preguntado bastantes aficionados en las últimas semanas en qué consiste eso que han oído acerca de que nuestra camada se divide entre los toros “que son para José Tomás” y lo que sobra de José Tomás. La última vez, el día 4, en una pequeña entrevista que nos hicieron para Tendido Cero. Todos coinciden en señalar al preguntarles cuándo lo han oído, en que no fue el año pasado ni en años anteriores, sino recientemente. Por todo ello, entendemos que los comentarios parten coincidiendo con nuestro clamoroso fracaso en Valencia, fracaso que nos duele más que a nadie… pero del que nos sentimos obligados a dar una merecida y conveniente explicación a los que nos hacen las preguntas o el comentario. Como ganaderos, y supongo que la mayoría pensará igual, entendemos que nuestro deber es atender por igual a todas las figuras del toreo, con independencia de la amistad personal que pueda ser más arraigada con unas que con otras y las preferencias que ellos mismos tengan por ciertas ganaderías. Puestos a analizar el comportamiento de nuestros toros desde que reapareció José Tomás, vemos que lo ocurrido en Valencia fue producto del azar, ya que muchos toreros triunfaron con nuestros toros y J.T. también, quizás porque es el que más corridas nuestras torea. Pero también las ha sufrido, quizá el que más, debido a la mala calidad de muchos de ellos. Después de su reaparición, en un año sufrió cuatro graves cogidas: Málaga, con un toro muy abierto de pitones, Linares, Jerez y El Puerto de Santa María. Por consiguiente, no ha sido un privilegiado, sus muchos éxitos se deben posiblemente más a sus cualidades como torero que a la calidad de nuestros toros. Tampoco oímos estos comentarios en años anteriores, como el día de la Puerta del Príncipe de Talavante y el triunfo de Morante en Sevilla, o en la corrida de Zaragoza del 2008: Juli, Cid y Fandi; o en la Puerta Grande de Perera en Madrid; o el pasado año en Pamplona con Juli, Perera y Morante repartiéndose seis orejas (hacía 18 años que no se lidiaba una corrida en San Fermín sin tantos trofeos). Ni tampoco en las Puertas Grandes de Manzanares en El Puerto, Juli y Perera en Alicante o Castella en Santander, Albacete y Otoño en Madrid, etc.. Creemos que con lo expuesto damos la explicación que se merecen los aficionados y que pone en evidencia la irregularidad e incertidumbre que a los ganaderos nos producen, muchas veces, el mal comportamiento de nuestros toros, sucediendo con frecuencia en las corridas de más importancia y en las que ponemos el mayor interés para no defraudar a los aficionados. Asumimos nuestra responsabilidad, aceptamos las críticas como ganaderos y pedimos cierta benevolencia y comprensión por nuestros fracasos…

‘Cuaderno de campo’ de otros ganaderos

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