ÁVILA

López Simón triunfa en el regreso de las corridas de toros

El madrileño corta dos orejas en una importante actuación; Calita toca pelo en su vuelta a los ruedos españoles y Finito firma lujosos detalles
Gonzalo I. Bienvenida
sábado 18 de julio de 2020

Fotos: Luis Vega

Los compases del Himno Nacional reconfortaron tras el largo silencio que cubrió como un manto de pesadumbre el paseíllo. El corazón encogido en la vuelta de las corridas de toros con todas las medidas sanitarias perfectamente acatadas por los aficionados.

Colombino, de Vellosino, vino a decir con sus puntas hacia delante que ya han vuelto los festejos mayores. Finito, de luto con un precioso catafalco y azabache, mostró disposición en el saludo dejando algunas verónicas con su sello y una media con ritmo. Peleó en la trasera y larga vara recibida. Fue informal en su comportamiento. Finito inició la faena con gusto, especialmente templados fueron los muletazos por el pitón derecho. Por ahí la faena tomó vuelo. El cite idóneo, ese tiempo para esperar que metiera la cara, el trazo templado, el gusto de los remates y de los desplantes. Por el izquierdo todo fueron frenazos y medias arrancadas por parte del toro de Vellosino. Aprovechó el maestro de Córdoba el pitón derecho logrando los oles rotundos. Un pinchazo y una estocada rinconera afearon la elegante labor.

Finito mostró idéntica disposición ante el cuarto, que no se definió en ningún momento. Juan Serrano trató de mecerlo en el capote pero el toro respondió con las manos por delante. En la muleta amagó unas veces y protestó con brusquedad otras. Una paciente labor, de empujarlo hacia delante hasta una tanda limpia y sentida por el pitón derecho con un trincherazo marca de la casa. De nuevo la espada se llevó el rédito que el esfuerzo merecía.

Una oreja cortó Calita en el quinto, que tuvo la seriedad de toro de plaza de primera, cuajado en todos los sentidos. De salida a punto estuvo de estrellarlo contra las tablas. Se recompuso el mexicano, que firmó un vibrante saludo. Calita brindó al empresario del festejo, José Montes, que además es su apoderado. Los mejores momentos de la faena llegaron sobre el pitón izquierdo, muletazos de uno en uno por la tarda condición del toro, pero con profundidad. Calita mostró su versión más templada con muletazos largos. La espada, de fulminante efecto, cayó baja.

El hondo segundo, de 580 kilos, no podía ser más aldeanueva. Acapachado, con la blancura de sus finas puntas hacia el cielo. Bonito pero un tío. Cinqueño. Calita lo recibió con mucha disposición, echándose el capote a la espalda al tercer lance. En un derrote le abrió la banda de la taleguilla, siguió en su afán arrollador. Derribó en el único encuentro con el caballo. El mexicano inició la faena con un cambiado por la espalda, en la distancia el toro se arrancaba alegre y pasaba. Después resultó bronco. Calita lo intentó por los dos pitones, algo acelerado, con más voluntad que acierto. Fue tropezado en dos ocasiones. Se volcó en la suerte de matar, aunque tuvo que emplear varias veces el descabello.

López Simón recibió rápido al tercero, otro serio ejemplar de Vellosino. Las verticales verónicas y delantales fueron mejores por el pitón izquierdo. Cumplió en el caballo antes de corretear disperso en la brega de Mambrú. López Simón alzó la montera al cielo en un sentido brindis. La entrega del madrileño se hizo patente con un inicio de rodillas, muy ajustado, que ligó con muletazos de hinojos en redondo. El toro cambiaba el ritmo pero López Simón siempre le buscaba las vueltas para ligar los muletazos. El toro embistió con largura en la primera mitad de la faena, después se aburrió con la cara por encima del estaquillador. No se aburrió Simón, que continuó con su disposición hasta un final ya atropellado por la falta de recorrido del toro. Se fue tras la espada. Oreja con petición de la segunda.

Cerró la noche otro cinqueño del Vellosino, ancho de sienes, con remate en su alargada caja. López Simón se entendió desde el principio con el mejor toro del conjunto salmantino. Embistió con mucha transmisión. El madrileño trató de torear con el capote de salida, después lo llevó al caballo con chicuelinas al paso y quitó por el mismo palo en la versión estática. Un gran tercio de banderillas protagonizaron Mambrú y Jesús Arruga, que tuvieron que desmonterarse. López Simón comenzó la faena a pies juntos, sin moverse se lo pasó seis veces por las espinillas, en el pase de pecho estaba la gente en pie. La faena cogió fuerza de triunfo grande con un entregado Simón que siempre la dejó puesta para ligar. Hubo tandas de seis y siete muletazos. Lo cuajó por ambos pitones. Ya en su terreno se entretuvo en largos circulares. Estocada. Las palmas despidieron al buen Banderillero de Vellosino. Una oreja con fuerte petición de la segunda. El presidente se enrocó pese a la rotunda solicitud popular del segundo trofeo.

Ávila. Sábado, 18 de julio de 2020. Toros de Vellosino, bien presentados, de manejable juego, destacó el sexto. Finito de Córdoba, saludos y saludos tras aviso; Ernesto Javier “Calita”, silencio tras aviso y oreja; López Simón, oreja con petición de la segunda en ambos. Se guardó un minuto de silencio por las víctimas del Covid-19 y se tocó el himno de España al finalizar el paseíllo. El paseíllo se realizó en silencio en señal de luto. La plaza registró un buen ambiente teniendo en cuenta las restricciones impuestas por la Junta de Castilla y León por el coronavirus, que establece una distancia entre espectadores de 1,5 metros. Se desmonteraron tras parear al sexto Mambrú y Jesús Arruga.

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