BENLLOCH EN LAS PROVINCIAS

Los Hermoso y Berlín: el patriarca, el delfín y la estrella

José Luis Benlloch
domingo 29 de enero de 2023
Los rejoneadores navarros, que coinciden por vez primera en Valencia, compartirán su mejor caballo

Los carteles de Fallas tienen un aliciente especial para los amantes del rejoneo: coinciden en la matinal de rejones los Hermoso de Mendoza, Pablo y Guillermo, padre e hijo, circunstancia nada frecuente en la historia del toreo más allá de actuaciones puntuales de otros ilustres siempre alejadas de la competencia por obvias razones de edad y por evitar las comparativas que siempre han sido enemigas de los herederos y en este caso, tratándose de uno de los mejores de todos los tiempos (¿acaso el mejor?) llegaría a la injusticia, así que no se trata de competir y sí de entronizar la segunda generación en una especialidad en la que el apellido pesa mucho. 

Pablo vuelve a las Fallas después de veinte años, tiempo en que completaba su temporada mejicana y no volvía a España hasta las ferias de mayo y San Isidro, Guillermo por su parte debutará en Valencia tras tres de profesional en los que ha ido midiendo el grado de sus compromisos a pesar de lo cual le ha dado tiempo a salir dos veces por la Puerta del Príncipe de Sevilla y una por la puerta grande de Madrid.  

La carrera de Pablo nunca transitó por la normalidad. Primero, siendo navarro se convirtió en la primera figura de un arte tan andaluz y endogámico como el rejoneo al que llevó a un nivel artístico nunca alcanzado hasta entonces; y ahora con esa ceremonia de relevo generacional que va cuajando temporada a temporada. Y hay más cuestiones diferenciadoras, como la de cimentar su fama sobre un solo caballo, el célebre Cagancho, cuestión que se valoraba como un hándicap a aportar pocos años después una colección de joyas deslumbrante, Gallo, Labrit, Disparate, Chenel y finalmente una yeguada propia muy cotizada de la que se surte la familia y otros colegas. Entre esa colección de superstars, desde Valencia no se olvida a Pirata, el tordo que una tarde de Feria de Julio, viendo en peligro a su jinete que había echado pie a tierra se lanzó como una furia, a dentelladas contra el toro para hacer el quite a su amigo en una escena tan enternecedora como emocionante.

Un rejoneador vale lo que su cuadra y la calidad de esta se podría decir es la consecuencia de la sapiencia y trabajo de los propios jinetes. No hay una cosa sin otra. En este caso la de los Hermoso tiene la particularidad de ser una cuadra muy numerosa, con la mayor parte de sus estrellas salidos de la yeguada familiar, y es compartida por ambos rejoneadores en un pacto en el que el patriarca, amor de padre, no tiene inconveniente en ceder aquellos caballos con que mejor se entiende el hijo. Siempre bajo el criterio del padre, los más ágiles se utilizan de salida, los más artistas para el tercio de banderillas y los más valientes para la suerte de matar, esa es la clasificación de partida. 

Berlín, la estrella

Berlín, un luso hanoveriano de once años, plenitud física para un caballo, es la estrella de la casa, el que todos los aficionados quieren ver en la plaza y todos los rejoneadores quisieran tener. Se considera que forma parte de la cuadra del maestro, aunque, amor de padre, ha actuado más veces bajo el mando de Guillermo y es muy probable que ambos lo compartan en la mañana de fallas. Como relata la información oficial de los Hermoso, Berlín es de madre alemana, detalle que inspiró su nombre y el enésimo hijo del célebre Gallo, un caballo de gran belleza y probablemente el más artista de cuantos han pasado por la rienda del rejoneador navarro que, tras retirarle de los ruedos, le dio honores de semental resultando clave en la formación de la ganadería de los Hermoso de Mendoza. Su imponente conjunto morfológico le permite exhibir una gran belleza. Es un protagonista central del tercio de banderillas donde realiza todas las suertes con una pureza y un clasicismo que raya a niveles de excepción.

Y ahora Martincho

Entre los noveles Martincho es otra de las estrellas. Guillermo se siente muy identificado con él y lo utiliza de salida. Va de frente al toro y tiene un sitio muy puro en las reuniones. Está llamado a ser el heredero del legendario Labrit. Talento, Regaliz, Basajaun… son algunos de los otros jóvenes valores que podrán verse en Fallas. Para ellos, Valencia, como para los toreros, será una prueba de fuego para afrontar la temporada. 

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