EL PALCO

Los toros en televisión

Rafael Comino Delgado
domingo 06 de octubre de 2024
“Lo que no sale en TV no existe”, por tanto, el no televisar gran número de festejos taurinos hace un enorme daño a la tauromaquia

Matías de la Puerta, CEO (Chief Executive Officer, o Director Ejecutivo, en español) de OneToro, ha hablado y explicado ampliamente, desde la creación de la plataforma hasta la suspensión de la transmisión de las ferias de San Miguel de Sevilla y de otoño de Madrid, en entrevista publicada, el 3-X-24 por Rosario Pérez en ABC. Basándonos en ello, y en lo que hemos conocido a lo largo de la temporada sobre lo que dicha plataforma nos ha ofrecido y como lo ha hecho voy a opinar sobre el tema, y para abordar cualquier tema con seriedad hemos de partir de una serie de premisas totalmente ciertas.

En primer lugar, debemos tener en cuenta que, en el mundo actual, “lo que no sale en TV no existe”, por tanto, el no televisar gran número de festejos taurinos hace un enorme daño a la tauromaquia, de por sí ya atacada y perseguida por el colectivo de los animalistas, y entre ellos especialmente los políticos pertenecientes a dicho colectivo, que son liberticidas y totalitarios, pues tienen por norma prohibir aquello que a ellos nos les gusta. Al suspender su actividad Onetoro, solo quedan algunas televisiones autonómicas que dan festejos, pero generalmente son menores (novilladas, sin y con caballos, y algunos carteles de corridas de toros, pero habitualmente sin las figuras), y si nos pasamos unos cuantos años sin poder ver las grandes ferias taurinas de España, es obvio que disminuirá la afición a los toros cada día más (pero no solo en España sino en todo el mundo taurino, puesto que OneToro retransmite para todo el mundo) y esa afición perdida luego costaría muchísimo rescatarla, si es que se pudiese rescatar. Cada día se darían menos festejos, y festejos de menos calidad, porque no habría aficionados paras sustentarlos. Naturalmente ello redundaría en un perjuicio enorme para el toreo, y especialmente para los profesionales del mismo, desde ganaderos a matadores de novillos y toros, banderilleros, picadores, apoderados,

empresarios, etc. Quiere ello decir que si ahora viven del mundo del toro unas 300.000 familias en España (o las que sean) cada día lo haría menos. Si una tarde de toros, en cualquier ciudad, con 5.000 espectadores, mete en la misma unos 500.000 euros, según estudio del profesor Juan Medina de la Universidad de Extremadura, realizado en 2013, entre restaurantes, hoteles, transportes, etc. ello disminuiría ostensiblemente. Pero es que los aficionados nos veríamos privados de nuestra afición, simplemente porque entre unos y otros hemos llevado la tauromaquia a su casi desaparición, sin necesidad de que los gobernantes la prohíban, que es lo que ellos persiguen. En definitiva, que sería mal para todos, aficionados, profesionales y ni una cosa ni otra.

En segundo lugar, la plataforma OneToro trabaja para ganar dinero, igual que cualquier empresa, no para perderlo. Si realmente fuese un buen negocio lo que ha venido haciendo trataría de ampliarlo cuanto más mejor, y lo que ha hecho es dejar de trabajar por el momento. Matías de la Puerta, en la entrevista realizada por ABC, y antes citada, argumenta que los costes son elevadísimos, y con los suscriptores que tienen, poco más de 53.000, cuando esperaban 200.000 según les indicaba un estudio de mercado, no pueden seguir trabajando. A este respecto hemos de destacar que hay muchísima piratería en este campo, pero con eso ya debieron contar al hacer el estudio de mercado, y los costes de derechos de imagen son elevadísimos y también eran sabidos.

Por lo que se refiere a los piratas creo que es muy difícil evitarlos por la condición humana, y porque desde el punto de vista técnico debe ser muy complicado evitarlos, pero habrá que trabajar en ese sentido hasta erradicarlos, sino completamente si en su gran mayoría.

Por lo que se refiere a los derechos de imagen, los datos que ha dado De la Puerta, si se ajustan a la realidad me parecen muy elevados e injustificados. En la fiesta de los toros hay dos actores principales que son los que meten gente en una plaza, y los que sientan gente delante de un televisor para ver un festejo, y son el toro (es decir, el ganadero) y el torero, el matador, aunque también tendríamos que tener

en cuenta al empresario que monta el festejo y arriesga su dinero; de esos tres, fundamentalmente el torero, pues mucha gente va al festejo sin saber que ganadería lidia ese día. Los demás, en este sentido, aportan muy poco. Hemos de destacar que el coste por festejo, a un suscriptor de todo el año, le viene a salir por poco más de un euro (el coste de toda la suscripción viene a ser el precio de una entrada de barrera o contrabarrera en algunas plazas) a pesar de lo cual la TV afecta muy poco al que la gente vaya a la plaza, al contrario, crea afición. Por ejemplo, ha dicho Matías de la Puerta que el coste medio por tarde, teniendo en cuenta todas las plazas, es de 75.745 euros, que entre mozo de espadas y ayuda cobran 2000 euros de media por tarde, y que los banderilleros cobran 16.824 euros de media, lo que viene a ser unos 1850 euros por banderillero en un cartel con tres toreros y nueve banderilleros. Incluso ha dicho que los derechos de los banderilleros en las Ventas son el 14 % del total, y en Málaga del 45 %. Me parece un disparate si estos datos son reales. Ya puestos a exigir derechos de imagen todo el que sale en la TV, ¿por qué no pedimos que también el presidente de la corrida cobre?, pues sale más que algunos profesionales, y está expuesto a grandes broncas, y sin embargo no cobra ni un céntimo, ni del empresario, ni de la autoridad, ni de nadie. En definitiva, que se deben abaratar costes, porque lo que nosotros vemos actualmente es que hay mucha gente que quiere llevarse el dinero, de la forma más rápida, y lo demás le importa un bledo, cuando lo que realmente importa, para un verdadero taurino, es la supervivencia de la Fiesta de los Toros, con la mejor salud posible, y lo que estamos haciendo, entre profesionales, aficionados (al permitir lo que está pasando), y gentes que viven alrededor del negocio, es acabar con ella.

Hagamos, por tanto, una profunda reflexión, los verdaderos aficionados, los verdaderos taurinos, y pongamos cada uno nuestro grano de arena para que la fiesta perdure, cada vez con más vigor, y cada vez con más verdad y justicia dentro de ella. En próximos artículos hablaré sobre que nos ha ofrecido y como, hasta el momento, Onetoro.

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