Se tiene por caprichosa la tablilla de pesos de Pamplona. No es poca la gente pendiente del peso de un toro bravo. Cuando se anuncia la salida de uno de más de 600 kilos, se siente un runrún expectante como de circo. Incluso en Pamplona donde nadie se asusta de nada. Cuando no se llega a los 500, el murmullo tiene acento displicente. “¡Un becerro…!”. No tanto. Los toros no se miden por lo que pesan sino por las testas y sus defensas, que lo perfilan. Y por lo que llevan dentro, que tarda en saberse diez minutos más o menos.
Lea el artículo completo en su Revista APLAUSOS
Acceda a la versión completa del contenido
Los toros torísimos
Se lidian toros de Monte la Ermita para Alejandro Talavante, Cayetano y Gonzalo Caballero
Se lidian toros de Luis Algarra para Morante de la Puebla, Emilio de Justo y…
Se lidian toros de Araúz de Robles para Curro Díaz, David de Miranda y Juan…
El doctor Enrique Crespo atendió al matador de toros Damián Castaño tras ser cogido por…
El matador de toros Damián Castaño ha sido cogido por el quinto toro de Dolores…
El torero salmantino se tiró a matar sin muleta al segundo de Dolores Aguirre, que…