Lejos de convencionalismos, Salvador Vega es partidario de dejar en un segundo plano las frías cifras que desprenden las estadísticas y hacer un análisis mucho más profundo de lo que ha sido para él la temporada 2012. Un año en el que el malagueño ha profundizado en ese toreo “espiritual” marca de la casa. El mismo que le ha llevado a vivir tardes en las que ha aflorado el Vega de los mejore tiempos.
- “Más allá de los números, mi satisfacción viene por haber sido capaz de madurar y estar a la altura”
Para el recuerdo: “Haber avanzado como torero. Haber profundizado en él y haber aportado mi granito de arena en pro de la Fiesta”
Para el olvido: "La situación que vivimos en general. La reducción de festejos que se está dando y sobre todo cómo lo están sufriendo los novilleros, pues son el futuro”
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