Una nueva edición de Aula Las Provincias llenó el salón Sorolla del Ateneo Mercantil al reclamo de un coloquio sobre la Feria de Julio de Valencia protagonizado por el ganadero Antonio Miura y el apoderado Pepe Luis Segura, y moderado magistralmente por José Luis Benlloch, que supo exprimir a los tertulianos en una charla amena, distendida y de gran interés. El acto fue presentado por Pedro Toledano. Acudieron al mismo las autoridades presidenciales y delegados gubernativos, así como el director del Centro de Asuntos Taurinos, Toni Gázquez. En representación de la empresa estuvo su director de comunicación, Jesús Muñoz.
Destacó José Luis Benlloch la presencia en la sala de tres matadores de toros de la tierra que también se anunciaron con miuras en Valencia: Julián García, Santiago López y El Soro.
Pepe Luis Segura afirmó sin tapujos: “Le estoy muy agradecido a la casa Miura, me ha dado mucho. Decían que si les daba a mis toreros la de Miura, la de Victorino… pero luego por la noche no veas cómo era el cajón de los billetes… Cuando cogí a Ruiz Miguel debía a Hacienda veinticinco millones de pesetas y mira dónde llegó”.
Habló de la figura del apoderado de hoy y el de antes, y denunció que actualmente “un torero lleva tres o cuatro detrás, para comer y mangar. Y no les queda ni para una muleta. El apoderado es importante, he visto toreros grandiosos que no han acabado de romper por estar en las manos equivocadas”.
Antonio Miura descubrió muchos de los secretos de la ganadería. Se habló de Miura y su simbología más allá de los ruedos, su inclusión en la RAE, la relación con Lamborghini, el cohete, la marca de anises… Habló de su afición al caballo y a la garrocha, defendiendo el Pura Raza Español. Y se adentró en leyendas como la de los sementales, la de no herrar con el número “12 + 1, que no hace falta decirlo por si acaso”, de los hierros arriba y abajo “ahora ya no preguntan los toreros si se hierran arriba o abajo. José Antonio Campuzano no quería los que lo llevaban abajo y eso que cuajó uno sensacional con el hierro en ese lugar”.
Habló de la corrida de Valencia: “Es muy buena, las fotos salen en Aplausos”, y recordó algunas faenas destacadas en Valencia, sobre todo en Julio, “es nuestra feria, desde tiempos de mi padre, a Fallas nunca vamos”.
Ambos protagonistas se mostraron en desacuerdo cuando se hizo referencia a nuevas expresiones. A Miura no le gusta que se hable de toreros especialistas y de corridas toristas. Mientras que Pepe Luis criticó algunas muy habituales en algunos toreros del sur, como “échale las enaguas”, al referirse a torear con el capote.
El que fuera uno de los apoderados más importantes de las últimas décadas, repitió que “la verdad es lo más importante, pero me ha traído problemas. Cuando les llamé a los Lozano que eran Al Capone con corbata, me querían matar. Y soy gran amigo de ellos porque lo que hago es defender la honestidad de mis toreros. Mira Julio Aparicio hijo, cuando salió a hombros por Madrid, aquella temporada cobró doscientos sesenta y cinco millones de pesetas libres de polvo y paja en cincuenta y cinco corridas de toros”.
Concluyó el acto la intervención de Jesús Muñoz, responsable de comunicación de Espacios Nautalia 360º, empresa de la plaza de toros: “Las previsiones para esta feria eran muy altas y se están cumpliendo. Sabemos que cuesta llegar a los niveles de Fallas, el sol tarda en llenarse. Pero la afición está respondiendo en la taquilla y esperamos muy buenas entradas y gran ambiente ya desde la novillada, con Nek Romero, que arrastra a mucha gente”.
