El próximo domingo 14 de mayo, Morante de la Puebla hará el paseíllo en Talavera junto a El Juli y Tomás Rufo y ante toros de Alcurrucén. Más allá del componente histórico-taurino que supone verle en Talavera, teniendo en cuenta la historia de la plaza, la pasión se ha desbordado porque llega a la Ciudad de la Cerámica convertido en leyenda.
Desde el año 2001 que hizo el paseíllo en septiembre, Morante de la Puebla ha dejado faenas para la historia como las del capote en Madrid en 2009 ante el toro de Juan Pedro, “la de la silla” en Nimes, la puerta grande en Bilbao, Peregrino en La México, su encerrona benéfica en Madrid, o las innumerables demostraciones en La Maestranza, entre otras muchas faenas para el recuerdo. A esto habría que añadir la histórica tarde del pasado 26 de abril en Sevilla cortando el rabo al toro Ligerito de Domingo Hernández.
Pero más allá de estas demostraciones, el torero de la Puebla se ha esmerado en la recuperación de suertes antiguas como “el galleo del bú”, la reminiscencia constante en forma de homenaje a los toreros que dieron gloria a la tauromaquia (Gallito es el referente), sus cien tardes tirando de la fiesta en 2022, guiños y triunfos con encastes míticos como Prieto de la Cal en El Puerto, Galache y Salamanca, y un largo etcétera. Todo eso le han convertido en leyenda, de la mano de un auténtico derroche de personalidad.
Es un torero que ha alcanzado ese grado reservado a unos pocos escogidos y que Talavera descubrirá el próximo domingo tras la citada ausencia de veintidós largos años. La pasión se ha desatado y la expectación es máxima esperando que suene Gallito al romperse el paseíllo y ver a Morante en la histórica cita en el coso de La Caprichosa.
