OBITUARIO

Muere el torero de plata Federico Navalón “El Jaro”

Redacción APLAUSOS
jueves 17 de octubre de 2024
La capilla ardiente se abre a partir de las 09:00 horas de este viernes en la sala 14 del Tanatorio de la M-30 de Madrid, mientras que el entierro tendrá lugar el sábado a las 11:30 en el Cementerio Sur

Este jueves nos ha dejado el que fuera matador de toros y banderillero Federico Navalón “El Jaro” al no haber podido superar un ictus que sufrió hace unas semanas. La capilla ardiente está abierta desde este viernes en la sala 14 del Tanatorio de la M-30 de Madrid, mientras que el entierro tendrá lugar el sábado a las 11:30 en el Cementerio Sur.

Padre de David Navalón “Jaro”, Federico Navalón Osorio nació en Madrid el 15 de enero de 1944 y era apodado El Jaro por el color rojo subido de su pelo. Tras tomar parte en docena y media de novilladas sin picadores y haberse iniciado como espada en un festejo de noveles en el madrileño coso de Vistalegre, El Jaro debutó con picadores el 23 de mayo de 1965 en San Sebastián de los Reyes (Madrid) ante un encierro del Conde de Ruiseñada en unión de Juan Méndez y Paquiro.

Su campaña más completa fue la de 1966, en la que debutó en plazas como Bilbao o Las Ventas, el 1o de abril y 25 de julio, respectivamente. Tomó la alternativa el 18 de julio de 1968 en Vitoria al cederle Óscar Cruz la muerte del toro Zancudo, de la ganadería de Ana Romero con Pablo Sánchez “Barajitas” como testigo, cortando una oreja del toro del doctorado y dando una vuelta al ruedo en su segundo turno.

Toreó dos corridas de toros más y decidió cambiar el oro por la plata cuando ingresó en 1970 en el escalafón de banderilleros formando parte de matadores y diversas figuras de renombre como Paco Alcalde, Antonio Chenel “Antoñete”, Juan Antonio Ruiz “Espartaco” o Vicente Ruiz “El Soro”, entre otros.

Desempeñó el cargo de secretario general de la Unión de Banderilleros y Picadores, lo que le deparó numerosos sinsabores, en especial durante la huelga de subalternos decretada al comienzo de la temporada de 1983.

Entre las temporadas de 1987 y 1990 toreó suelto, aunque respetó las fechas a Curro Vázquez y Niño de la Capea, con quien continuó en 1993. En 1995 se colocó en las filas de José Ortega Cano, a cuyas órdenes actuó durante cinco temporadas consecutivas hasta su despedida de los ruedos en 1998. Rehiletero cumplidor, fue uno de los grandes capoteros de la segunda mitad del siglo XX.

La redacción de Aplausos lamenta profundamente esta pérdida y envía sus condolencias a sus familiares y amigos. Descanse en paz.

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