Me lo he pasado en grande estos días. He disfrutado de toda mi gente: de la familia, los amigos, incluso de algún miembro de mi cuadrilla. Y he reafirmado lo que ya pensaba de todos ellos: que son unos grandes y que estoy feliz por tenerles a mi lado…
En Nochebuena comí en "La tapería del lomo", el restaurante de Albacete de mi amigo Arsenio, que es un fenómeno y está hecho todo un artista. Comí de cine y luego estuvimos cascando un rato, contándonos anécdotas, historietas, chistes…
Por la tarde me fui a un pub, "El Cotón", con todos mis amigos del barrio. Son casi todos mayores que yo, pero he crecido con ellos y no tenéis más que ver la foto para saber cómo nos lo pasamos. En la que os dejo, salgo con mis amigos David, Joaquín y Jacobo, pero podía habérmela hecho con mucha más gente. Ya sabéis que Albacete tampoco es muy grande y más o menos nos conocemos todos… Por cierto, por allí también estaba el tercero de mi cuadrilla, Alberto Molina, un crapulilla… ¡jaja!
Luego cené en casa, con mis padres y mi hermana la mediana, porque la mayor, que vive en Villanueva de la Torre, se quedó allí con su novio, que es siete años mayor que yo. Después de cenar pasaron a casa mi tía Emilia, que es una auténtica cachonda mental, con mi primo Antonio, su novia Patricia y mi prima Alicia. Todos ellos salen conmigo y mis padres en la otra foto que publico.
Después, mis padres y yo fuimos a ver a más parte de la familia a otra casa y, para cuando llegamos, iban ya todos con unas cuantas copitas encima y estaban cantando, bailando, tocando panderetas… No veáis cómo me recibieron: ¡dedicándome una rumbita en la que "Rayito", el toro que indulté este año en Barcelona, y yo éramos los protagonistas! No somos una familia de artistas, pero con tanto cante y baile lo parecíamos… ¡jaja!
Acabé acostándome a las 4 de la mañana y el día siguiente estuve en casa descansando. Comí con mis padres, mis dos hermanas y mi cuñado, que no habían venido en Nochebuena. A mi cuñado, el novio de mi hermana Juani, le llamamos Jal -se llama Jesús Ángel- y siempre le digo que no sabe la joyita que tiene a su lado. Todo lo que no soy yo de bueno lo es ella…
Mi madre, que también se llama Juani y es a quien más quiero del mundo mundial, es la típica madre que prepara comida para un regimiento de militares. Por eso, en Navidad comimos los restos de la cena de Nochebuena. No me gusta que sobre comida y, qué narices, también es que estaba muy bueno todo y no nos importó nada repetir.
Ahora ya queda esperar la Nochevieja. La pasaré en casa de mi hermana la mayor y luego saldré de fiesta con unos amigos a varios bares. No estoy acostumbrado a salir tanto así que ya tengo ganas de que pasen las fiestas y volver a hacer vida de torero. Ah, si os habéis preguntado si he bebido estos días, sólo os diré que yo con un par de copitas de vino ya casi vuelco, así que… Pero bueno, si hay días en los que uno puede cometer algún exceso, desde luego que son estos…