Una vez conocida de manera oficial la noticia de la vuelta a los ruedos por un día de Pedro Gutiérrez Moya “Niño de la Capea”, el maestro salmantino ha valorado para APLAUSOS el acontecimiento. “Tengo que aprovechar a subirme al último vagón que me da la vida”, confiesa en primera instancia. “Creo que no hay cosa más bonita ahora mismo que poder celebrar toreando mis cincuenta años de alternativa, va a ser un acontecimiento y estoy muy contento por que se pueda llevar a cabo. Es un privilegio que Dios me ha dado y no lo podía dejar pasar”.
Lejos de analizar el cartel como un acontecimiento con carácter de reconocimiento por la efeméride del doctorado o incluso familiar por la presencia de su yerno y de su hijo, El Niño de la Capea no oculta que habrá rivalidad y muestra sus intenciones abiertamente. “Es un cartel en el que voy a competir con una figura del toreo del siglo XXI como Miguel Ángel Perera y con mi hijo, con el que volveré a coincidir después del mano a mano que mantuvimos en Alba de Tormes. Aquel día me hizo pasar unas sensaciones que jamás había tenido en una plaza de toros. Por eso me voy a preparar a conciencia”.
El maestro nunca ha dejado de torear, de hecho en enero de este mismo año trascendieron unas imágenes en la ganadería azteca de San Constantino en las que se le vio en plena forma. “He empezado a tentar poco a poco”, confiesa. “No puedo macharme como si fuera un joven, me tengo que medir, pero en cuanto llegue el calor a Salamanca tendré que empezar a arrear fuerte. Me voy a preparar como si hiciera una temporada. Eso lo tengo claro. Mi orgullo de torero no me va a dejar que ese día sea uno más. Además, quiero dejar el pabellón de mi generación de toreros bien alto para que sigan admirando a aquellos toreros. Aunque sea con una sola tarde y a través de mí, quiero conseguir el respeto de los nuevos para mi generación”.
