GALERÍA FOTOGRÁFICA DE LA CAMADA
Fotos: EL MOLÌ
El invierno ha sido atípico en la finca serrana de Cortijo Wellington, dehesa de El Escorial en la que pastan los toros de Baltasar Ibán. El temporal ha impedido comenzar con los tentaderos hasta la fecha, “al final acabamos tentando en mayo como descosidos”, apunta Cristina Moratiel, propietaria de la divisa. “La finca ahora parece una piscina. Nos habíamos acostumbrado a los inviernos suaves y de repente este frío, esta lluvia… nos tiene expectantes”.
Al temporal hacen frente los ejemplares de encaste Contreras que se lidiarán este 2017. “El año va a ser como el tiempo, un poco atípico. Aún no puedo avanzar nada porque me han pedido que no lo cuente, lo único que puedo decir es que la camada es muy corta, quizá de sacar sólo tres corridas. Incluso tenemos Madrid en el aire todavía porque lo que sí había en octubre se está torciendo un poco. Madrid es una plaza demasiado seria, la empresa también y nosotros también, como para anunciar algo que no, que a lo mejor no. Estamos esperando al último minuto y si se puede ir con seguridad se va y si no, si está justa, no se va. Es cuestión de prudencia. De la camada lo único que puedo decir es que además de corta es de las mismas madres y de los mismos padres de las anteriores. Así que como mínimo espero que sean tres corridas buenas. El año pasado las novilladas salieron muy buenas así que espero que las corridas también lo sean y poder acabar la temporada con satisfacción y con la tranquilidad de haber hecho bien las cosas”.
