MONT DE MARSAN.- FERIA DE LA MADELEINE

Mont de Marsan: Marín el triunfo; Talavante, la faena

El primero pasea la única oreja de la tarde frente al sexto, mientras que el segundo cuaja una faena rotunda que no rubrica con la espada
Jean Louis Haurat
jueves 20 de julio de 2017

FOTOS DE ISABELLE DUPIN DEL FESTEJO

VÍDEO RESUMEN DEL FESTEJO

Fotos: ISABELLE DUPIN

Comenzó la segunda de La Madeleine con una ovación cerrada tributada al torero valenciano Enrique Ponce, quien invitó a sus compañeros a compartir el reconcimento del público. Ya con el primero de la tarde, de buen trapío y calidad en los primeros compases de la lidia, lo mejor del valenciano fue una media con la que abrochó el recibo de capa. Destacado fue el quite por tafalleras, cordobinas y una larga de remate firmado por Alejandro Talavante. Con la muleta, Ponce cuajó un trasteo basado sobre le pitón derecho con suavidad, temple y profundidad. Bajó la faena sobre la zurda por la condición del toro y abrochó la actuacion con doblones muy plásticos. Erró a espadas y silencio.

No hubo historia en el segundo de la tarde un toro de Núñez del Cuvillo falto de fuerzas y emoción en sus embestidas que condicionaron la actuación de Alejandro Talavente. Lo más destacado lo firmó en el inicio de faena de muleta, desarrollado en el centro del ruedo, al natural. Después, con un toro con poca codicia y clase, nada pudo hacer más que buscar un lucimiento imposible. Silencio.

Ante el tercero de la tarde, un toro deslucido, sin fuerzas y carente de emoción en sus embestidas, Ginés Marín, poco pudo hacer más que dejar su impronta de buen toreo, sobre todo, al natural. Hubo varios muletazos de suave trazo y seda rematados con el de pecho que causaron una grata impresión en el respetable. Faena que no alzó el vuelo por las condiciones de la res. Leves palmas.

El cuarto fue un toro que embistió sin clase y a regañadientes. Enrique Ponce hizo uso de su prodigiosa técnica y conocimientos para ir metiéndolo poco a poco en el canasto. Lo consiguió a partir de la cuarta tanda de derechazos, aunque el toro nunca se entregó. Por el izquierdo fue imposible. El público reconoció el esfuerzo con unas palmas.

El quinto fue el mejor toro del encierro, un bravo cuvillo con transmisión y acometividad que aprovechó muy bien Alejandro Talavante. Faena rotunda del extremeño, muy ligada sobre ambos pitones. Una serie al natural a mitad de faena, resultó preciosa. Mató de dos pinchazos y estocada malogrando con los aceros una faena de dos orejas.

Cerró plaza un toro bien hecho, el de mejores hechuras de todo el sexteto. Ginés Marín toreó bien de capa en un quite por tres chicuelinas y una media a pies juntos. El toro tuvo prontitud pero atesoró muy poca fuerza desde los primeros compases, sin embargo la inteligencia del extremeño, que le dio tiempo y pausas, fue clave para que lo cuajara y toreara de maravilla al natural. Faena de buen gusto de Ginés Marín, que remató con una serie de naturales de frente y a pies juntos y un ramillete ajustado de bernadinas en las que le cambió el viaje al toro. Una estocada casi entera le valió para cortar una oreja.

Mont de Marsan (Francia), jueves 20 de julio de 2017. Toros de Núñez del Cuvillo, desiguales de presentación, los cuatro primeros con las fuerzas justas. Quinto y sexto, los de mejor juego. Enrique Ponce, silencio y palmas tras aviso; Alejandro Talavante, silencio y ovación con saludos tras aviso; Ginés Marín, palmas. Entrada: Lleno.

Vídeo: FERIA.TV

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